Brenda Pérez Aguilar
La falta de infraestructura que se presenta principalmente en los centros de salud es un impedimento para el almacenamiento de antibióticos a fin de lograr el mejor efecto inmunizante y protector de las vacunas, así como minimizar sus posibles reacciones adversas.
Y es que pese a la necesidad de contar con la infraestructura adecuada para el almacenamiento de antibióticos, tanto los consultorios como centros de salud no cuentan con sistema de refrigeración, lo que impide el adecuado almacenamiento de las vacunas, las cuales deben conservarse en frío entre 2 y 8° C y al abrigo de la luz.
Para ello se utiliza la cadena de frío, el cual es un sistema organizado de transporte, almacenamiento y distribución de vacunas en las condiciones térmicas recomendadas, de modo que se garantice el mantenimiento de la potencia inmunizante de las vacunas desde su fabricación hasta su administración.
Si bien, este sistema debe ser mantenido por personal adiestrado, pues de ella dependen la efectividad y la seguridad del programa de vacunación, la realidad es que la falta de infraestructura impide el cumplimiento al cien por ciento.
Y es que la mala refrigeración representa un riesgo a la salud y pérdidas millonarias al erario público, situación por la que piden especialistas en la salud que se establezcan sistemas que permitan mantener refrigeradas las vacunas y en caso de alguna falla, como puede ser eléctrica por un apagón, el mismo sistema cuente con una alarma que advierta del desperfecto.