Muchos flagelos sociales se ven evidenciados por falta de oportunidades en las familias
Embarazos de adolescentes, divorcios y abandonos son algunos de ellos, dice la iglesia católica
José Miguel Bautista Hernández
La iglesia católica de nuestro municipio presidida por el párroco José del Carmen Sánchez y Gándara invitó a hacer un análisis acerca de cómo viven las sociedades presentes su ritmo de vida y la complejidad de sus relaciones de acuerdo a su modo de vida.
Señaló que la iglesia siempre ha mantenido la armonía de las familias como núcleo perfecto de la sociedad optando por la vida del matrimonio, legalizando esta unión ante Dios y los hombres, más allá de pertenecer a distintas doctrinas como católicos o cristianos.
Pero indica que diversos factores externos han propiciado que existan ciertos flagelos sociales no solo en el aspecto de los divorcios y separaciones sino además de aumentar los casos de desintegración familiar, el utilitarismo de las personas en el aspecto sexual, el placer por el placer, los embarazos, el abandono de las parejas o los hijos, divorcios y demás cuestiones que son meritorias de mencionar y que la gente ve como algo normal en nuestros días.
Abordado sobre el tema de los últimos lugares que ocupa nuestro país en cuanto a la calidad de vida de sus habitantes refirió que la iglesia ve como calidad de vida a ser cada día más humanos o en su defecto humanistas regidos obviamente por valores éticos y morales, no solo en el orden material, sin embargo, esto también podría ser importante en el bienestar de cada individuo.
“El tener o el no tener, a veces influye en la sociedad, porque detrás de todo esto está el poder, el querer ser más que el otro, la envidia, el egoísmo y todos esos antivalores que no deben existir o que debemos nosotros de combatir, aunque nuestra realidad, de mucha de la sociedad también tendría que ser motivo de reflexión”, citó.
Enfatizó que por el ambiente que se ha establecido en la sociedad como un ambiente netamente materialista y consumista es que se ha dado la pérdida de valores en todos los sentidos, tanto humanos como divinos, por lo que ahí considera que recae todo el problema de la desintegración familiar.
Hombres y mujeres que están unidos en el matrimonio son llamados a formar núcleos de amor en sus entornos primarios como lo es la familia, pues ello además de las leyes divinas también en las sociales el principio fundamental es la familia, pero que por el contrario se vive hoy por hoy un entorno de violencia y degradación de los seres humanos, concluyó.
Pobreza también dispara otros aspectos negativos
Según opiniones sociales los factores más comunes y que han contribuido a la ruptura familiar son de diversa índole, en lo económico se encuentra la falta de empleo, la pobreza extrema y el ocio; en lo afectivo, la falta de amor entre la pareja o cualquiera de sus integrantes, los vicios y la desviación de costumbres; en lo cultural, la falta de escolaridad, educación y buenos modales.
Los integrantes de una familia se ven obligados a buscar la forma de satisfacerse, tomando así una posición individualista y, por ende deteriorando los lazos afectivos y físicos que los une. La desintegración familiar por ejemplo representa uno de los fenómenos con mayor impacto en la sociedad mexicana.
Dificultades de convivencia o comunicación, provocadas principalmente por el desconocimiento de la pareja, situación que se agrava si estos son de corta edad y se unieron por un embarazo no deseado, lo cual desemboca en violencia física o psicológica de parte de alguna de las parejas, abuso sexual u otro tipo de atropellos del hombre hacia la mujer o viceversa.