* Será quizá hasta abril cuando las familias podrán ver alguna reactivación en su economía
Facundo Bartolo Salazar
La cuesta de enero se extenderá hasta el mes de marzo y será quizá hasta abril cuando las familias podrán ver alguna reactivación en su economía, principalmente a causa de los fuertes gastos que realizaron en navidad y fin de año, además de la escasez de recursos que trajo consigo la marcada caída del precio del limón, un sector productivo del cual dependen miles de empleos, así como otros sectores, por lo cual prevalecerá una situación muy crítica, expresó Alejandro Tapia González, presidente de la asociación civil Mujeres y Hombres en Busca de una Vida Mejor.
Reconoció que "con la llegada del nuevo año, el panorama es incierto, y por esa razón las familias deberían ser más cuidadosas en sus gastos, pues es cierto que todo se antoja en estas fechas: las comidas bebidas, regalos y demás cuestiones de esas fechas, pero se debe tener muy en cuenta el presupuesto del que se dispone, y aparte otros compromisos que se tienen que cubrir junto con los gastos diarios". Añadió que la economía de la región se mueve a través del cítrico, principalmente el limón persa, y al no haber buenos precios todos los sectores lo resienten y todo eso se va a arrastrar en enero, febrero, y probablemente hasta marzo o abril se va a levantar un poco.
Tapia González mencionó también que, en ese contexto, no es de mucha ayuda que a partir de este 1 de enero haya entrado en vigor el aumento al salario mínimo, sobre todo porque a muchos trabajadores no les beneficia, pues es claro que hay empresas que no pagan ni siquiera ese monto a sus empleados, pese a que es por ley ese ordenamiento. Explicó que hay empleados que reciben sus pagos por día, y reciben ciento ochenta o doscientos pesos, y eso queda por debajo del salario mínimo que ya está en vigor y es por eso que no hay un aumento significativo para la clase trabajadora.
Opinó que, dada la situación, la población tendrá que buscar opciones para resistir por lo menos en el primer trimestre del 2025 una severa crisis, ante la cual no es muy recomendable depender mucho de los microcréditos o las casas de empeño, pues eso resulta contraproducente, al no contar con ingresos que permitan una recuperación, para contar con la capacidad de pagar los préstamos con sus respectivos intereses.