La lucha debe ser contra Carlos Leroux Camino, que es quien les debe 17.5 millones de pesos
Facundo Bartolo Salazar
No debe haber ataques ni descalificaciones entre cañeros, pues independientemente de sus diferencias internas, todos ellos deben recordar que es necesario conformar un frente común para exigir al propietario del Ingenio Independencia, Carlos Leroux Camino, sus pagos pendientes de la zafra 2002-2003, mismos que se adeudan a un total de mil 200 productores, opinó Arturo Galindo Levet, productor de caña afiliado a la Confederación de Productores de Caña en Acción Rural (CPCAR).
Manifestó su desacuerdo con las descalificaciones vertidas por productores de la CNC contra el dirigente del Frente Unido de Comunidades Rurales (FUCR), quien había organizado una manifestación en el puente de Nautla. Comentó que los integrantes de la CPCAR opinan que los diferentes grupos de cañeros deben buscar por su lado lograr su objetivo, en el entendido de que la lucha debe ser contra Leroux Camino, que es quien les debe los 17.5 millones de pesos por las cañas entregadas en la zafra 2002-2003.
Insistió en que el propietario del Ingenio Independencia debe pagar ese dinero, sin importar sus argumentos en el sentido de que ya entregó tales pagos atrasados a los líderes cañeros, quienes presuntamente se quedaron con esos recursos, afectando a más de mil productores de la región. Aseveró que Carlos Leroux debería saber que las liquidaciones no se deben entregar a los líderes, sino a los cañeros, quienes hasta el momento no han recibido un solo centavo.
Arturo Galindo hizo un llamado entonces a los cañeros de la CNC para que sean un poco más prudentes, pues la lucha no es entre los productores, sino contra quienes les deben su dinero. Apuntó que los integrantes del gremio tampoco se deben volver oficialistas, en un momento cuando el gobierno también les ha dado la espalda, sabiendo que cuenta con todos los medios suficientes como para hacer que los cañeros reciban sus pagos.
Sostuvo que prueba de lo anterior fue el concurso mercantil, mismo que fue encabezado por el propio gobierno, a través de un juez, quien determinó el pago, pero desafortunadamente, nadie hizo nada para que fuesen pagadas todas las deudas y enseguida entregar el Ingenio Independencia a sus dueños, quienes de esa manera se echaron a la bolsa una propiedad que vale unos 300 millones de pesos.