La mayoría de las familias no cuentan con la capacidad de solventar las celebraciones de fin de año
Facundo Bartolo Salazar
Tradiciones como las posadas y la cena de navidad o año nuevo, se pierden por falta de dinero, principalmente, dadas las dificultades que enfrentan las familias, cuyos integrantes en ocasiones no encuentran trabajo, y si lo encuentran es muy mal pagado, de tal manera que no pueden solventar los gastos extras que implican tales celebraciones, señaló Alejandro Tapia González, presidente de Mujeres y Hombres en Busca de una Vida Mejor.
Recalcó que al elevarse en forma desmedida los productos propios de las celebraciones de fin de año, las familias que viven en la pobreza no las viven muy felices, en contraparte a quienes cuentan con mejores ingresos, con buenos empleos o con profesión, situación que les permite solventar los citados gastos.
Contempló que para el próximo año 2015 no habrá gran mejoría, sobre todo sabiendo que entrarán en vigor las reformas implementadas por el gobierno Federal. Indicó que, definitivamente, la situación no es muy halagadora, pues no se sabe qué pasará con los comerciantes y con los productos de primera necesidad, así como todas las personas que viven al día, dado que ya se pagarán impuestos por todo.
Tapia González mencionó que desafortunadamente, los comerciantes deben recuperar sus costos, principalmente a causa de la gasolina, cuyo precio volvió a incrementarse, provocando el incremento generalizado en todos los productos, mismo que golpea primeramente la canasta básica.
Lamentó también que las fiestas de fin de año se vayan deformando, no solamente por falta de dinero, sino por otras razones, pues aseveró que en la actualidad al realizar una posada o la cena navideña o de fin de año, ya no se vive el entusiasmo de otros tiempos. Apuntó que con sus abuelos y sus padres se vivían esas fiestas con un ambiente familiar, de agradecimiento al Creador y de estar en armonía y felicidad. Manifestó que en cambio, ahora es frecuente ver personas que solamente se limitan a andar tomando, haciendo bailes, gritando, peleándose o buscando otro tipo de diversiones que se alejan de las tradiciones.