Es recomendable que, de no contar con cobertura de instituciones oficiales de salud, se contraten seguros de gastos médicos
Facundo Bartolo Salazar
Aunque asegurar los vehículos ya es obligatorio por ley, muchísimos automovilistas se resisten a contratar seguros, ni siquiera contra daños a terceros, pese a que ese descuido los puede dejar en la ruina y ese problema es muy parecido a lo que se observa en el rubro de la salud, en el que, independientemente de que el gobierno afirme que ya hay cobertura total, lo cierto es que hay muchos ciudadanos desprotegidos por las instituciones oficiales y peor aún, muy pocos quieren o pueden contratar seguros de gastos médicos, en virtud de lo cual su economía familiar puede quedar totalmente devastada al presentarse principalmente enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, el cáncer, así como padecimientos cardiovasculares, nerviosos o digestivos, expuso Federico Pérez Gómez, integrante del Colegio Médico.
Ante ese panorama, comentó que hay un sinnúmero de enfermedades crónico degenerativas que merecen atención, de tal manera que, cuando las personas ya hayan escuchado que sus familiares y antecesores han sufrido y fallecido por esos padecimientos, y definitivamente no tienen cobertura de las instituciones, lo más conveniente sería invertir un poco de dinero en los seguros médicos particulares.
Pérez Gómez reconoció que la mayoría de las personas creen que nunca les va a pasar nada, no obstante, resulta muy cierto el dicho popular que reza: “Al que le toca, aunque se mueva, y al que no le toca, aunque se ponga”. Insistió entonces en que, definitivamente, es necesario invertir en prevención dentro del rubro de la salud, ya sea en una institución pública, o bien, en la adquisición de seguros particulares. Mencionó en su caso, que de no haber patrones alrededor que protejan a las personas como empleados, es recomendable incluso acercarse a las empresas aseguradoras, en las que específicamente aseguran dinero, y de acuerdo con los montos requeridos se fijan las cuotas a pagar.
Explicó que las aseguradoras pueden proveer a los usuarios las cantidades que se calcula se pueden requerir en caso de enfermedades catastróficas, ya sea de medio millón o un millón, cantidades que pueden ayudar a enfrentar cuando es necesario enfrentar gastos médicos mayores. Expresó que si tales empresas aseguran a un millón de clientes, resulta obvio que no todos ellos tendrán problemas al mismo tiempo, sino que se enfermarían quizá mil o 2 mil personas, situación que dejaría muy buenas ganancias, después del pago a quienes al comprar su cobertura tienen necesidad de hacer uso de tales recursos.