Comerciantes piden apoyo a las autoridades correspondientes
Facundo Bartolo Salazar
Mala imagen y riesgos de enfermedades, así como de accidentes son los problemas que ocasionan el polvo y la grava suelta de los trabajos en la avenida Maximino Ávila Camacho, sobre todo entre las calles Rayón, Aldama y Pípila, donde comerciantes de diferentes giros agradecen la rehabilitación de la citada vía, sin embargo el polvo y la grava los ha comenzado a afectar, expresó Rodolfo Contreras Díaz, propietario de una taquería del rumbo.
El declarante expuso que el polvo que se levanta constantemente frente a su negocio y los alrededores trae como consecuencia muchos inconvenientes en lo que se refiere a limpieza e higiene, con el consecuente riesgo para la salud de sus clientes, cuyas mesas es necesario asear constantemente.
Es por ello que, opinó, es necesario dar celeridad a la rehabilitación de la avenida Maximino Ávila Camacho, o en carácter de urgente rociar con agua esa vía, pero tres veces al día por lo menos, con el fin de evitar la proliferación de polvo en ese tramo, situación que no solamente afecta a un negocio de alimentos como el suyo, sino también a otros.
Especificó que entre la calle Rayón y la calle Pípila lo mismo se ubican locales de alimentos que papelerías, refaccionarias, mueblerías, consultorios y negocios de otros giros, cuyos propietarios piden a las autoridades correspondientes que tengan a bien apoyarlos, pues se insistió en que es muy notorio el problema del polvo que ensucia constantemente sus fachadas con la consecuente mala imagen y riesgos que eso conlleva.
Contreras Díaz habló también de la grava que al permanecer suelta por los trabajos que se llevan a cabo o se suspenden en el lugar, implican el peligro de que derrape algún vehículo, con consecuencias que podrían resultar fatales para otros automovilistas o peatones.
