* Ante los graves estragos que se viven
Brenda Pérez Aguilar
Sin duda alguna, la visita del papa Francisco a la Ciudad de México, será motivo de fe, esperanza y alegría para todos los mexicanos, sobre todo, porque en estos últimos años ha sido un país muy golpeado con los estragos de la violencia y la inseguridad, destacó el vicario parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe de Villa Independencia, Constantino Rodríguez Reyes.
“La violencia y la inseguridad ahora ya son una característica de México, porque todo mundo habla de esto, se percibe esta realidad de inseguridad y de la desconfianza de que somos una sociedad que es gravemente golpeada”, lamentó.
Pero la visita del papa Francisco a México para febrero del próximo año, les dará un respiro para darle un espacio a la esperanza, a la fe, confianza y a la alegría de vivir y ver una señal de la presencia de Dios en el país.
Rodríguez Reyes, comentó que el papa ya había externado que el no venir a la Ciudad de México y a la Basílica de Guadalupe sería como una bofetada, porque se siente muy cercano a los mexicanos y al ser parte de este mosaico cultural y espiritual que es América Latina, porque no solo conforte su fe, esperanza y sus raíces culturales, sino también la misma problemática social, de tipo estructural, económica, educativa y política.
Y aunque todavía no se elabora la agenda definitiva, porque hasta hoy lo que conocen, es que estará en la Ciudad de México y en Morelia, Michoacán, pero falta configurar el resto de su agenda.
“En la medida de nuestras posibilidades y conforme nos lo hagan saber, si hay posibilidades de que vayamos los sacerdotes iremos, porque no dejaremos de aprovechar esta oportunidad para conocerlo”, enfatizó.
“La palabra y la presencia del papa Francisco levanta el ánimo, mejora la imagen de la iglesia con su mensaje de esperanza que lleva a las ciudades, pueblos y países, porque son escuchados con mucha atención, como en su reciente visita a los Estados Unidos”, concluyó el párroco.
