* Urgente la rehabilitación de caminos, pues cada vez resulta más difícil y peligroso transitar
Facundo Bartolo Salazar
La región de Martínez de la Torre no recibe devolución de impuestos en obras, sobre todo al tomar en cuenta que pese al gran potencial citrícola, platanero, cafetalero y ganadero las vías de comunicación se encuentran en pésimo estado, incluyendo carreteras y los caminos saca cosechas, mismos que resultan clave para continuar con las actividades que impulsan la economía, señaló Jaime Bigurra Prom, en su carácter de citricultor.
Manifestó que “cada día es más difícil y peligroso transitar por los diferentes municipios de la región, pues se encuentra uno con caminos que son prácticamente de herradura, con baches que miden metros por 40 centímetros de profundidad, con lo que los vehículos sufren daños en suspensiones y llantas, de tal manera que pueden volcarse y perder la vida los conductores y tripulantes”. Es por ello que consideró necesario hacer un llamado a los alcaldes de la región para que conformen un frente común para atender las necesidades prioritarias de los ciudadanos, ya sean relativas a caminos u otras situaciones de relevancia.
Consideró conveniente incluso que el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) debería ser invitado a recorrer la región por tierra, con el fin de que pueda constatar el estado lamentable en el que se encuentran los caminos. Lo anterior, sabiendo que la región es destacada por exportar limón persa, plátano y ganado, siendo esas actividades generadoras de grandes recursos por concepto de impuestos, mismos que, reiteró, deberían regresar en forma de obras relevantes en beneficio de los ciudadanos.
Bigurra Prom comentó que es una vergüenza el hecho de que, ni las autoridades, ni los propios ciudadanos impulsen la resolución de problemas que son urgentes de resolver, obligando a los ciudadanos a pasar penurias tan solo para transitar por la región. Insistió entonces que es necesario exhortar a funcionarios de alto nivel, para que visiten la región, pero no por aire, sino que viajen por tierra, para que experimenten en carne propia lo que día a día sufren los ciudadanos.