14 de Noviembre de 2024
 

Industrias contaminantes, un desorden en todos los sentidos

* Se niegan a instalar plantas de tratamiento, de la misma forma que no brindan seguridad a sus trabajadores

Facundo Bartolo Salazar

Las industrias que contaminan el río Bobos, principalmente Citrex y Citrofrut, generan desorden en todos los sentidos, pues pese a contar con recursos millonarios, se han negado a invertir en plantas de tratamiento que contribuyan al saneamiento de las aguas residuales que hasta la fecha arrojan con todas sus sustancias tóxicas que van a dar hasta las aguas en las que matan toda clase de especies acuáticas, señaló Rubén Cortés Cortés, presidente de la asociación civil Pescadores Protectores del Medio Ambiente.

Manifestó que “hemos visto en repetidas ocasiones que las empresas contaminantes no quieren invertir, lo cual causa perjuicios, no solamente al medio ambiente, sino también a personas como sucedió con los propios trabajadores de Citrex que recientemente resultaron accidentados, pues seguramente son obligados a trabajar sin las adecuadas medidas de seguridad, y algo parecido pasa con la contaminación que arrojan impunemente al río Bobos”. Apuntó que ante esa problemática, la asociación que preside ha gestionado hasta el cansancio ante las dependencias como Conagua y Semarnat para que sea corregida esa situación, no obstante, no se han obtenido grandes resultados a través de años de lucha.

Lamentó que en lugar de que mejoren las cosas, actualmente la Conagua ha mostrado una cerrazón que frena el curso de las gestiones que se siguen impulsando, no solamente para beneficio de los pescadores, sino de ciudadanos en general, quienes algún día quizá desearán ver el río Bobos limpio, lo cual resulta ya muy difícil por las limitaciones que están sufriendo las acciones para ello. Dijo que a pesar de las dificultades, la asociación que preside no desfallecerá, sino que continuará redoblando esfuerzos para hacer escuchar su voz siempre que haya oportunidades y seguir denunciando el ecocidio cometido por las empresas contaminantes.


Lo último en el Heraldo

Banner Hotel