* Cobran vigencia el Comité Regional Campesino y las uniones de ejidos para aglutinar a los productores
Facundo Bartolo Salazar
En virtud de los vacíos dejados por la Asociación Agrícola Local de Productores de Cítricos, encabezada por Nicolás Murrieta Espinoza, en lo que se refiere a apoyos para ese sector, están cobrando auge organizaciones como el Comité Regional Campesino (CRC) y las uniones de ejidos, en las cuales los productores buscan aglutinarse para gestionar beneficios y pelear sus derechos, expuso José Guadalupe Zúñiga Delgado, en su carácter de citricultor.
Comentó que “el cambio en el Comité Regional Campesino está levantando mucho interés e inquietud, como no había sucedido en otras épocas, observándose movimiento de los propios productores, así como de aspirantes a la dirigencia de la organización, y también han cobrado actualidad las uniones de ejidos, que son vistas como buenas opciones de organización para los citricultores”.
Lamentó que en contraparte, la Asociación Agrícola Local de Productores de Cítricos se encuentre estática, sin cambio de dirigencia, y al parecer sin respuesta a las múltiples inquietudes de los productores, quienes desafortunadamente se ven obligados a buscar fuera lo que no encuentran al interior de la que debería ser su organización por excelencia.
Naturalmente, reconoció que en toda organización se han dado excesos y deficiencias, de manera que, relató, los cambios en el CRC se habían caracterizado por su opacidad, autoritarismo y falta de democracia. Destacó entonces que en ese ámbito, es de reconocerse que ahora el campesinado y los aspirantes a la dirigencia están enterados de ese movimiento y definitivamente esperan que la elección de su nuevo líder sea totalmente transparente.
Afirmó que afortunadamente, ya pasaron los tiempos en que se armaban convocatorias, las cuales solamente conocían unos cuantos, siendo ellos mismos quienes nombraban unilateralmente al nuevo dirigente y simplemente lo presentaban el día de su toma de posesión ante sus supuestos representados.
