- No se prevé cambio alguno en su precaria situación para el próximo año 2016
Facundo Bartolo Salazar
Los pescadores seguirán hundidos en la crisis tan profunda en la que han caído desde hace tiempo, de tal manera que no se prevé cambio alguno en la situación que vive ese sector para el próximo año, señaló Rubén Cortés Cortés, presidente de la asociación civil Pescadores Protectores del Medio Ambiente.
El dirigente mencionó que “los bruscos cambios del clima han provocado la caída de la producción pesquera año con año y este 2015 que finaliza no fue la excepción, por lo que para el 2016 el panorama no luce tan alentador”.
Asimismo, manifestó que de manera permanente, los pescadores han sido afectados por la contaminación que sufre el río Bobos y los arroyos cercanos, siendo cada vez más difícil ser escuchados por las dependencias encargadas de corregir esa problemática.
Indicó que independientemente de ello, los integrantes del gremio continuarán tocando puertas, con la esperanza de lograr eco en sus peticiones, pues tal parece que se estén envenenando impunemente las aguas de la región, lo cual afecta no solamente a los pescadores, sino a los ciudadanos en general. Opinó que es necesario entonces tomar conciencia para reforzar la lucha contra la contaminación que está terminando definitivamente con la vida de las especies acuáticas.
El entrevistado comentó que en fechas recientes no se ha registrado mortandad de peces, no obstante, advirtió que en caso de que los tres niveles de gobierno sigan indiferentes ante la contaminación de ríos y arroyos, y en poco tiempo esa problemática será muy frecuente en esos cuerpos de agua.
Rubén Cortés denunció que en la comunidad Tepetates, perteneciente al municipio de San Rafael, se ha descubierto una empresa avícola que descarga sus desechos a un arroyo que desemboca en el río Bobos, con todos los riesgos que implican esas acciones de empresarios inconscientes.
Aseveró que, pese a haber solicitado a las autoridades municipales tomar cartas en el asunto, tal parece que no les interesa actuar y evitar que continúen las descargas de desechos tóxicos que desgraciadamente siguen envenenando el río Bobos.