Cientos de familias arriesgan sus inversiones en lugares donde prácticamente es imposible introducir servicios
Facundo Bartolo Salazar
Urge analizar cuidadosamente la factibilidad de nuevas colonias, lo cual sería una propuesta para Desarrollo Urbano, instancia que incluso debería destinar un departamento específico para llevar a cabo esa tarea, la cual implica prevenir que cientos de familias realicen malas inversiones, dada su necesidad de lotes para vivienda, manifestó Héctor Valdés Altamirano, presidente de Propulsores de Vivienda.
Aseveró que no tiene caso que las familias adquieran lotes a través de “coyotes” o intermediarios sin escrúpulos en sitios considerablemente alejados de la zona urbana de Martínez de la Torre, pues de pronto se encontrarán “en medio del monte, sin esperanzas de acceder a servicios básicos como energía eléctrica, agua potable y drenaje”. Añadió que ese tipo de situaciones ocasionan también la contaminación de los mantos acuíferos limpios que quedan aún en la localidad.
Insistió en que, definitivamente, esos asentamientos humanos no son factibles, recayendo tal responsabilidad de algunos que se dicen líderes, pero realmente son vendedores o comercializadores de terrenos, quedando los liderazgos en la historia y a manera de mentira. Expuso que aprovechando la gran necesidad de vivienda, surgen constantemente “coyotes”, intermediarios, pero no líderes, mismos que frecuentemente utilizan a las personas como botín político, dada su condición de necesidad.
Valdés Altamirano opinó que deberían trabajar coordinadamente tanto intermediarios, como fraccionadores con el Ayuntamiento, nivel de gobierno que está llamado a crear un departamento que determine en forma definitiva la factibilidad o no de nuevas colonias. Lo anterior, al considerar que a un asentamiento humano ubicado hasta a siete kilómetros de la zona urbana le sería prácticamente imposible acceder a obras y servicios necesarios para su progreso y desarrollo.
Mencionó que muchas colonias corren el riesgo de quedar marginadas y solamente quienes tienen posibilidades económicas pueden hacer construcciones “perdidas en el monte”, pero no pueden colocarle ni puertas ni ventanas, pues los delincuentes llegan y las arrancan. Denunció que eso sucede en lugares no transitados o no vigilados, razón por la cual reiteró su propuesta para que el Ayuntamiento en turno o los que vengan hagan posible la creación de un departamento de factibilidad de los asentamientos humanos.
Dijo que se debe regular la venta de lotes, pues hay gente que, contando con el dominio pleno de sus parcelas desean fraccionar y vender lotes, no obstante, comentó que eso no implica que “se lleven entre las patas de los caballos a cientos de familias, que por su necesidad de vivienda caen en forma recurrente en aventuras relacionadas con la conformación de colonias que están condenadas a la marginación y el atraso”.