Secretarias niegan la presencia de párrocos y algunos más prefieren no hablar del tema
José Miguel Bautista Hernández
Total y absoluto mutismo hemos encontrado en distintas parroquias de nuestra ciudad ante la ley de convivencia, y es que nuestro objetivo primordial no ha sido en forma alguna polemizar el tema, sino conocer los diversos puntos de vista que impactan en la sociedad, como la comunidad lésbico-gay, los litigantes para efectos y la vía legal y por supuesto la iglesia para saber cómo se toma este asunto desde el punto de vista eclesiástico.
Lamentablemente hemos encontrado una serie de rechazo a hablar de este tema, siendo las mismas secretarias de las diferentes parroquias quienes se creen juez y parte, negando entrevistas o negando la presencia de los párrocos de las mismas, pues según versiones de algunas de ellas, estos no están autorizados para dar declaraciones o puntos de vista respecto del tema.
En este contexto no nos quedó otro remedio que preguntarle a parte de la sociedad su opinión al respecto, sobre todo aquellos que profesan la religión católica y con arraigados valores morales, quienes expresaron su total rechazo a esta iniciativa, pues esto vendría a dar al traste con lo establecido por las leyes civiles y sobre todo las divinas, mencionó Ivette González, alumna de contaduría en conocida universidad.
Eulalia Galindo, otra habitante de la ciudad mencionó que las personas con este tipo de preferencia no podrían buscar este tipo de derechos, puesto que ellos prefirieron ser diferentes, los mismos deberían imponer sus propias reglas y no buscar ser iguales a una familia heterosexual.
Aun cuando gran parte de la población asegura no tener nada en contra de la comunidad homosexual, lésbica o gay, e incluso más de uno mencionó que tiene entre sus amigos o conocidos a personas con estas preferencias no acepta este tipo de leyes, ya que esto rompe con la armonía social, haciéndose evidente el poco nivel cultural para este tipo de situaciones, e incluso algunos más solicitan tolerancia y respeto a la postura de la Iglesia Católica, por lo que podemos apreciar que este es un tema que divide opiniones, a grupos en la sociedad y requiere disposición y voluntad para escucharse entre unos y otros.
Por último, se ha mencionado por diferentes personajes, que lo necesario es que la sociedad se informe, conozca y decida su punto de vista respecto al mismo, pues muchos se pronuncian sin siquiera estar informados al respecto, e incluso que la iglesia de nuestro municipio emita su juicio ante esta legislación que involucra a todos, pues se requiere buscar alternativas a las opiniones y no satanizar, descalificar y ridiculizar a los que piensan de manera diferente.