Pueden resultar agresivos si no los dejan trabajar o no los apoyan, muchos trabajan en estado inconveniente
Facundo Bartolo Salazar
Los limpiaparabrisas son un peligro para los automovilistas, pues no comprenden que quienes circulan por las calles de la ciudad y tienen que hacer alto en los semáforos no están obligados a permitirles hacer su labor en sus unidades, mucho menos a aportarles cooperación alguna, pero desafortunadamente esa situación se agrava cuando tales limpiaparabrisas trabajan bajo los influjos del alcohol o alguna droga, tal como lo vivió en días pasados Gilberto León Báez, habitante de la comunidad El Cañizo.
Denunció que el pasado viernes conducía su camioneta por el bulevar Rafael Martínez de la Torre hacia el centro de la ciudad y al hacer alto en el semáforo cercano al Monumento a la Madre se acercó un limpiaparabrisas, mismo que a pesar de ser advertido que no era requerido su servicio, adoptó una actitud agresiva, manifestando que él para eso estaba en el lugar y por eso no hizo caso de las palabras del conductor, quien incluso le dijo que su camioneta estaba recién lavada.
León Báez mencionó que lo anterior bastó para que comenzara a hacerse de palabras con el agresivo limpiaparabrisas, quien no entendía razones, al parecer por estar drogado, por lo que con palabras altisonantes terminó por amenazarlo, diciéndole que se iba a vengar en cualquier lugar donde se lo encontrara. Asimismo, el afectado añadió que el sujeto de aproximadamente 22 años intentó romperle un espejo, lo cual afortunadamente no logró, pues al ser movible tan solo lo ladeó.
Ante el incidente que pudo haber dado pie a un hecho delictivo, Gilberto León dijo haber llamado a la Delegación de Tránsito del Estado, pero señaló que fue informado de que nada se podía hacer, pues para ello tenía que haber ocurrido un accidente en el que se viera involucrada su unidad.
En su desesperación llamó al 066, cuya operadora tampoco le dio opciones para que la autoridad interviniera en ese incidente, el cual a su juicio toma matices delincuenciales. Comentó que a final de cuentas se comunicó con el comandante de la Policía Municipal, quien le ofreció enviarle algunos elementos para resguardarlo. Sin embargo, el entrevistado aseveró que tales elementos policiacos no pueden vigilarlo de manera permanente, en caso de que el agresivo limpiaparabrisas intente cumplir sus amenazas.
Se pronunció porque las autoridades correspondientes brinden soluciones de fondo a la proliferación de limpiaparabrisas en múltiples cruceros de la ciudad, situación que plantea un verdadero problema social y un peligro para los automovilistas, así como para sus acompañantes, tal como sucedió en días pasados en que las señoras que iban en su unidad se alarmaron al observar la actitud del limpiaparabrisas que en su estado presuntamente inconveniente era capaz de agredir a cualquiera.