2 de Febrero de 2025
 

Viejitos confían en que mejore el servicio de transporte público

-No es raro encontrar trabajadores del volante sin ningún respeto y además prepotentes y carentes de toda educación

Por Facundo Bartolo Salazar

Los adultos mayores confían en que mejore el servicio de transporte público, concretamente el de los autobuses urbanos, cuyos conductores frecuentemente los han dejado con la mano alzada, pidiendo parada, sin que les hagan caso, para alejarse a toda velocidad, sin importar la empresa de que se trate, pues no es raro encontrar trabajadores del volante sin ningún respeto y además prepotentes y carentes de toda educación, expuso Braulio Martínez Carmona, presidente de la asociación civil Sembremos Juntos una Vida Mejor.

Opinó que “esa situación se debe corregir, pero con multas y sanciones más efectivas, pues tal parece que no sirven de mucho las capacitaciones, reuniones y todas las formas de difundir cuestiones de vialidad y tránsito, si las normas que existen no se aplican”. Hizo un llamado a las empresas como Transportes Cabellal, Pacmi, así como los autobuses que circulan hacia Misantla, para que tengan a bien vigilar las conductas de sus choferes, pues constantemente tratan a las personas peor que ganado, cuando en sus propias publicidades marcan que se debe esperar a que los pasajeros se sienten para reanudar la marcha de los camiones, para no poner en riesgo su integridad.

Martínez Carmona aseveró que ante el maltrato a los pasajeros no se valen respuestas de los conductores del transporte público como: “si no le gusta, agarre un taxi”, porque eso no sería lógico, pues si la mayoría de las personas viajasen en taxi, muchos de esos choferes sin vocación de servir perderían sus empleos, por lo tanto, no deberían olvidar que es gracias a los pagos de los pasajeros es como se ganan la vida diariamente.

Sin embargo, el entrevistado insistió en que esos temas no los van a aprender los conductores con discursos, ni con pláticas amables, sino que debe ser a través de golpes en sus bolsillos como esas personas aprenderán a respetar, no solamente a los viejitos, sino a los pasajeros en general, quienes en incidentes graves tienen el derecho de denunciarlos, y por cierto, corren el riesgo de que sus patrones los dejen solos con sus problemas legales.


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