-Niños y jóvenes dan por hecho que deben aprobar sus cursos, sin importar que estudien o no, ya no los puedes reprobar
Por Facundo Bartolo Salazar
Independientemente del nivel educativo, los maestros tienen serias dificultades para lograr que sus alumnos trabajen en los salones de clase, pues estos ya tienen la idea de que, sin importar que estudien o no, de todas maneras los docentes están obligados a ajustar sus exámenes y a toda costa lograr que todos aprueben y sean promovidos al siguiente grado escolar.
Los declarantes, quienes omitieron sus generales por razones obvias, señalaron que es muy frustrante que los estudiantes no muestren interés alguno en aprovechar los conocimientos que se imparten en las diferentes materias. Mencionaron que, por el contrario, los espacios escolares podrían convertirse en simples lugares para pasar el tiempo, sin lograr mayor aprovechamiento, salvo por una minoría de alumnos que si están interesados en su preparación.
Lamentaron que, dada la situación, el gobierno federal haya decretado becas para todos los estudiantes, sin considerar sus calificaciones, pues con dinero en las manos los niños y jóvenes solamente se desvían aún más de sus objetivos que a su educación se refiere. Citaron los casos más extremos en los que estudiantes de preparatoria, mismos que al cobrar sus apoyos del gobierno federal solamente se organizan incluso para contratar camiones que los lleven a la playa a ingerir bebidas alcohólicas e incurrir en el desorden, ya sin el control ni de maestros, ni de padres de familia.
Aseveraron que ante esa nueva realidad que se está gestando en las instituciones educativas solo queda la opción de que los padres de familia realicen una intensa labor de concientización con sus menores hijos, haciéndoles ver que de no aprovechar su tiempo destinado al estudio y a su formación académica, es muy posible que tengan muy serios problemas para alcanzar sus metas en la vida. Asimismo, destacaron que los niños y jóvenes también tienen que ser llamados a valorar primeramente el esfuerzo de sus padres, quienes los sostienen para que asistan a la escuela, y el esfuerzo de los gobiernos para que ahora más estudiantes reciban apoyos para contar con una formación que les ayude a enfrentar la vida de la mejor manera.