-Las autoridades no actúan, aun teniendo las pruebas para solucionar de alguna manera los conflictos
Por Facundo Bartolo Salazar
Las invasiones de predios son un cuento de nunca acabar, sobre todo porque las autoridades no actúan, aun teniendo las pruebas para solucionar de alguna manera los conflictos, como es el caso del predio Río Chico, donde una sola lideresa, ha sido capaz de burlar varias órdenes de aprehensión por vender lotes de una propiedad que no es suya, ni está autorizada para ello, tal como lo expresaron colonos del mencionado lugar.
Confiaron los declarantes que ojalá Martínez de la Torre no se convierta en la “tierra de los invasores”, porque así nadie puede tener la confianza de luchar para tener ni siquiera un humilde patrimonio contratando incluso un lote en pagos, para que al final del día lleguen delincuentes a ocupar el lugar, sin que nada les haya costado, y sin reconocer ninguna responsabilidad. Lo anterior, contando además con la lentitud y burocracia excesiva de quienes tienen el deber de impartir justicia.
Lamentaron que el caso de Los Olivos, donde estuvo a punto de ocurrir una tragedia, al igual que en Santo Tomas, en su momento, es un ejemplo de que ni siquiera empresas poderosas, con todos los recursos y abogados a su disposición, tienen todas las facilidades para recuperar sus propiedades.
Se preguntaron entonces que les espera a personas humildes, como son las que firmaron legalmente sus contratos de compra venta directamente con el propietario del predio Rio Chico, pues hasta el momento no hay respuestas a sus peticiones, y ni siquiera se habla realmente de desalojar a los invasores.
Dijeron que es una vergüenza que en otros predios como Alejandro Peña también haya gente sinvergüenza que tomo terrenos que no son suyos, y siempre dicen tener la razón, sobre todo porque las autoridades no actúan con firmeza y en el tiempo propicio para evitar complicaciones o enfrentamientos.