-Mentor de Frida Kahlo. Entre sus grandes obras “El Globo”
Por Brenda Pérez Aguilar
Cuestionado acerca de los valores artísticos con que cuenta el municipio de Martínez de la Torre, el primer cronista de la ciudad, Melquiades Castro Aguilar, destaca que los martinenses no deben olvidar jamás que en estas tierras nació uno de los artistas plásticos más pródigos del siglo XX, el maestro Ramón Cano Manilla, cuya historia debe ser referida una y otra vez.
“Este peculiar personaje nació en Martínez de la Torre en diciembre de 1888 y se formó en las duras labores de la ganadería en las haciendas de Perseverancia y La Providencia, siendo este primer contacto con la naturaleza lo que sin duda le despertó la afición por el arte, llevándolo a realizar un viaje a la ciudad de México en 1920 buscando su inscripción en la academia de San Carlos y recibir las primeras clases y la confianza del maestro Alfredo Ramos Martínez”, refirió, quien a este personaje consideró dentro de las páginas de su libro “Martínez de la Torre, Perfiles e Imágenes”, publicado hace algunos años.
Añadió que el pintor hizo historia en el arte, pues con los conocimientos adquiridos “Cano Manilla se convirtió muy pronto en maestro de las artes plásticas, siendo incluso, mentor de Frida Kahlo, pues de su interesante biografía se desprende que el artista martinense fue profesor de dibujo preparatoriano en diversos planteles”.
Grande entre los grandes, su obra “El Globo”, ilustró el libro de Texto gratuito que distribuyó la Secretaría de Educación Pública en 1993, “pero también fue autor de las obras “Vacas y Paisajes”, “India Oaxaqueña” y “La Siesta”, entre otras que figuran en importantes salas de arte de la Ciudad de México, remarcó Castro Aguilar.
El también autor de varios libros, pondera algunos pasajes notables del muralista y agrega: “Su presencia en Ciudad Mante Tamaulipas hizo que formara cuadros de artistas que con el paso del tiempo fueron relevantes, pero lo más notable del artista fue la creación de más de 500 metros de murales en dos centros de educación y cultura en aquella ciudad tamaulipeca y ese transitar exitoso le hizo ganar el afecto ciudadano porque el ayuntamiento de aquel lugar decidió colocar su nombre en una de las principales avenidas, incluso, su nombre luce en una galería de arte que está a un lado del Palacio Municipal, de ese tamaño fue el cariño que ganó en aquellas tierras”.
Sin embargo, Castro Aguilar lamenta que en su tierra, este personaje sea prácticamente un desconocido solo que en el 2004, en su calidad de cronista municipal y a petición del director del Cobaev 3 de Martínez de la Torre, propone instituir el nombre en ese plantel, “de tal suerte que oficialmente, ahora se le conoce como Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz número 3, maestro Ramón Cano Manilla”. Además, añade el entrevistado, una colonia que existe muy cerca de la soledad, actualmente lleva el nombre de un artista ilustre.
Castro Aguilar recuerda que en la década de los 70s, el Club de Leones que presidió el señor Rubén Martínez Mendoza, le organizó en Martínez de la Torre un sentido homenaje y en 1974 muere en Ciudad Mante, donde fue venerado.
Por esta razón, propone el entrevistado, su nombre y apellidos deben ser instituidos en otros niveles, ya que se trató de un martinense que puso muy en alto a su ciudad natal.