-La naturaleza no perdona nunca, dice el obispo
Por Brenda Pérez Aguilar
A 20 años de la inundación de 1999, representantes de la Iglesia Católica remarcan que es bueno recordar y también ser agradecidos porque están vivos, pero también deben de reflexionar, cuidarse como seres humanos, como hermanos y a la naturaleza.
“Hoy hace 20 años que los habitantes de nuestra querida Diócesis de Papantla que comprende los municipios Veracruz y Puebla; sufrieron el embate de la naturaleza por el fenómeno de lluvias que a su paso dejó una estela de afectaciones y muerte en ese año, al contrario a lo que estamos sufriendo hoy, que es la falta de lluvias en buena parte de nuestro territorio diocesano, por lo que nos debemos preguntar si es por culpa nuestra o nada tiene que ver con lo que hacemos o dejamos de hacer”, destacó el séptimo obispo de la diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz durante su visita a este municipio este fin de semana.
Puntualizó, que al contrario de hace 20 años de la inundación; hoy se padece de una terrible sequía, afectando al campo citrícola, ya que también desde hace algunos años se ha venido hablando del calentamiento global o de cambio climático, por lo que también hay que preguntarse hasta qué punto se tiene cierta responsabilidad, ya que los estudios científicos dicen que el ser humano es responsable de buena parte.
Zapata Ortiz, remarcó que afortunadamente ha crecido la cultura de la protección civil en la población, ya que los desastres naturales les dejan enseñanzas, pero todavía tienen que seguir adquiriendo una mayor cultura de Protección Civil, así como también gracias al trabajo de los grupos ambientalistas, ya que de lo contrario, existiría un mayor deterioro por parte de algunas empresas.
Asimismo pidió elevar una plegaria a Dios por aquellos que recuerdan con mucho cariño y murieron hace 20 años para que Dios los tenga en su gloria y también por todos aquellos que se mostraron solidarios para ayudar a los afectados.
“Oremos también por los que nos toca vivir actualmente para que hagamos el bien a nuestros hermanos, colaboración de la iglesia y sociedad civil para cuidarnos y cuidar a nuestra casa común que es la creación”, expresó.
“Pidió a Dios que por intercesión de San Francisco de Asís el hermano de la humanidad y de la creación el señor nos conceda asumir nuestra responsabilidad en la obra de la creación en la solidaridad de nuestros hermanos y en nuestra propia salvación concluyó.