Por Miguel Bautista
En Martínez de la Torre sigue en aumento el número de personas de la tercera edad explotadas laboralmente por sus familiares y por particulares; o también los ancianos abandonados que no tienen otra opción que dedicarse a la mendicidad, en extenuantes jornadas, para poder sobrevivir.
El más claro ejemplo es el que se ve en las calles de la ciudad, donde decenas de estos a pesar de su avanzada edad son vendedores ambulantes, se emplean en centros comerciales sin salarios o recurren a mendigar.
Y es que en los tres centros comerciales de esta ciudad, los adultos mayores continúan trabajando sin un salario y a expensas de las propinas de los clientes, además de esto también se da en tiendas, mercados y otras ocupaciones del sector laboral, debido a problemas económicos y costumbres arraigadas de abuelitos.
Incluso hay quienes se encuentran en condición de calle que son utilizados por particulares para la explotación laboral, es decir son adultos que deben tener cuidados especiales pero la mayoría no tienen accesos a esos privilegios.
Al fenómeno del abandono y explotación de adultos mayores, se suma el problema de carencia de centros de atención para este sector de la población, pues apenas existe un asilo en todo el municipio.
El caso de las personas de la tercera edad que solicitan limosnas, podría tratarse de explotación laboral de parte de sus propios familiares, volviéndose necesario la investigación para dar con aquellos que abusan de los adultos mayores al enviarlos a laborar, detalló.
El empresario detalló que la mayoría de adultos mayores que se ostentan de limosneros, deben tener familias con la obligación de mantenerlos y darles una vida digna que les evite salir a las calles a exponerse a accidentes y de actos discriminatorios.