-Durante muchos años los ciudadanos han aplaudido a candidatos y posteriormente servidores públicos quienes definitivamente no han respondido
Por Facundo Bartolo Salazar
Es necesario rescatar los valores de la política en Martínez de la Torre, pues durante muchos años los ciudadanos han aplaudido a candidatos y posteriormente servidores públicos quienes definitivamente no han respondido a las expectativas, sino que, por el contrario, han dejado al municipio peor de lo que ya realmente se encuentra, expuso Benito Cuevas Toral, dirigente de colonias.
Manifestó que “desgraciadamente, hemos puesto todas nuestras esperanzas en personas deshonestas, mismas que quieren llegar a un cargo solamente para ver que se llevan y resolver sus vidas, mientras que los ciudadanos continúan padeciendo penurias en los diferentes ámbitos de su vida diaria”. Consideró que a estas alturas ya se debe hacer todo lo posible por cambiar la situación política y de gobierno, y para ello no descartó la posibilidad de que los ciudadanos vuelvan la mirada hacia ciudadanos que han dado muestras de su capacidad y de su voluntad de servicio, siendo en su momento cartas fuertes para la alcaldía de Martínez de la Torre.
En ese contexto, Cuevas Toral mencionó al doctor Filiberto Melgarejo Morales como un personaje que no ganó en su momento al competir por la presidencia municipal tan solo por no tener los millones de pesos que otros candidatos derrocharon para llegar a toda costa al puesto y sacarle muy buenos dividendos. Dijo que obviamente, lo anterior no significa que el ex director del CETIS 145 no tenga la capacidad necesaria para dirigir los destinos de Martínez de la Torre.
El entrevistado se pronunció entonces a favor de que los valores de la política martinense como Filiberto Melgarejo Morales y otros que se encuentran actualmente en la banca, sean rescatados, con la finalidad de que tengan la oportunidad de estar vigentes en el escenario político. Dijo que lo anterior implicaría colocarlos en el escenario político, sabiendo que lograrían respaldo, tanto de los ciudadanos de a pie, como también de funcionarios y demás personas con un nivel económico más estable.