Autoridades deberían poner atención a personas que crían cerdos en sus patios
José Miguel Bautista Hernández
Luego de la clausura del rastro Supremos Irene, muchos vecinos de la misma colonia en la que se encuentra ubicado dijeron que celebraban esta medida, pero que las autoridades sanitarias no se olviden que existen los también llamados “chiqueros”, que no son más que personas que por ganarse unos pesos con la cría de porcinos afectan con sus fétidos olores algunas colonias de este municipio, manifestaron vecinos.
Los quejosos quienes pidieron omitir sus nombres, mencionaron que las medidas que son tomadas contra negocios o establecimientos riesgosos son celebradas, pero que hay muchos otros a los cuales deberían poner atención, como los expendios de pollo, o los famosos chiqueros que incomodan a vecinos por los olores, pues es bien sabido que existen varios dentro de nuestra ciudad y que estos no han sido visitados o supervisados.
Este asunto es competencia del sector salud, y demás dependencias que estén involucradas con este tipo de problemáticas, y es que además de la crianza, algunos ni siquiera tienen métodos confiable de salud, por lo que vecinos de los diferentes sectores podrían solicitar el apoyo a autoridades de salud.
Los inconformes comentaron que estos chiqueros tienen muchos años de existencia, pues anteriormente era una práctica común entre habitantes del municipio, pero poco a poco se ha ido erradicando, solo que aún quedan algunos que habría que erradicar, y siempre han operado de manera irregular, pero las autoridades actúan solo hasta el momento de hacerles llegar la queja de un grupo de vecinos.
Gran parte de las granjas porcinas, avícolas o de cualquier tipo deben estar lo más alejadas posibles de la población urbana, pues además de la contaminación y degradación de los suelos, generan malestar en los vecinos por el mal manejo que produce olores desagradables y propicia la existencia de moscas y roedores, mismos que son nocivos para la salud de los habitantes.
Anteriormente se había platicado con autoridades de la Jurisdicción Sanitaria sobre las granjas acuícolas y todo tipo de crianza de animales, refiriéndonos en aquel momento a que si la población usuaria tiene alguna duda o queja deben acudir o llamar a los teléfonos de estas dependencias, además de elaborar un escrito sobre esta cuestión y de ser posible indagar el nombre de los propietarios para poder actuar.