-Taxistas no tienen por qué reaccionar negativamente ante la posibilidad de que entren esas empresas
Por Facundo Bartolo Salazar
El Uber y otras empresas de transporte de pasajeros como Cabify cubren rutas que no quieren los taxistas, por lo que estos últimos no tienen por qué reaccionar negativamente ante la posibilidad de que entren esas aplicaciones a Martínez de la Torre y sus alrededores, pues a final de cuentas habría trabajo para todos, sostuvo un usuario de Uber originario de la localidad.
Comentó que es bien sabido que no faltan los taxistas que se niegan a hacer un viaje hacia determinada colonia o calle, argumentando que el rumbo es peligroso o poco transitable. Sin embargo, resulta que la mayoría de esos viajes si es realizado por los conductores de Uber. Manifestó que todo es cuestión de tener ganas de trabajar y dejar de poner pretextos para todo, pues eso solamente perjudica a los clientes que por urgencias o necesidades en general están dispuestos a pagar el servicio, y para ello se pueden poner de acuerdo con los propios pasajeros.
Habló de que otra ventaja que tienen los Uber es que no se encuentran en paradas obstruyendo el tráfico vehicular, sino que llegan directamente a donde son llamados, sin mayores contratiempos o molestias, buscando con ello brindar un servicio eficiente a los clientes. Asimismo, aseveró que como empresa, Uber les retiene a sus conductores el correspondiente impuesto en cada viaje, lo cual difícilmente sucederá con los taxistas, que terminan pagando un porcentaje muy bajo en ese rubro. Esa empresa aportaría entonces dinero fresco en impuestos al gobierno, para aplicarlo en los proyectos que urgen para beneficio social.
Reiteró que los taxistas no deberían quejarse tanto de la posibilidad de que entren posibles competidores, pues definitivamente la competencia es buena, y conveniente sobre todo para los usuarios, mismos que tendrían mejor cobertura, ya sea de las empresas particulares o de concesionarios del transporte público. Precisamente en ese rubro los taxistas deberían ser más conscientes de que tampoco deberían ser arbitrarios en sus tarifas, las cuales no muestran por conveniencia, para cobrar lo que quieran, sabiendo que realmente la tarifa mínima que manejan es de 30 o 40 pesos, para dejar a los clientes a unas cuadras, cuando saben que oficialmente la dejada mínima debería ser menos de la mitad de lo que cobran.