No todos tienen la oportunidad de un retiro digno y siguen trabajando
José Miguel Bautista Hernández
Los adultos mayores son un sector que trabaja en la informalidad, así lo dio a conocer don Roque Galindo, comerciante que se dedica a la venta de frutas en una carretilla, y es que muchos de ellos son beneficiados con programas pero algunos aún tienen familias que mantener y no les alcanza para cubrir sus gastos, toda vez que la canasta básica ya esta por las nubes, refirió.
“Fíjate en los abuelitos que están en los súper mercados, no creo que tengan sueldos base, sobreviven solo de las propinas de los clientes, y aunque se aplaude que las empresas les den la oportunidad de trabajar, es necesario que se empleen en algo, pues no todos tienen la suerte de haber sido unos profesionistas y no tienen una pensión o un ingreso que los mantenga después de abandonar sus empleos o que los mismos patrones ya los despidan.
“Si te fijas bien, muchos de ellos andan en las calles dentro del comercio informal, vendiendo todo tipo de cosas para poder subsistir, pues son pocos los privilegiados en alcanzar un retiro digno, y ya no se diga para hablar de un empleo, pues es dificultoso ingresar al mercado laboral y más aún la atención médica que se requiere en estos casos de vejez”.
Es por ello que según su opinión, los empleos para este tipo de personas son escasos y de proporciones con bajos perfiles, pues dependiendo de cada edad los adultos mayores muchas veces no tienen los conocimientos necesarios para ser contratados o las habilidades para desempeñar dichos puestos, muchos menos las fuerzas de una persona en edad madura, y por ello se agrava su exclusión laboral.
Son por estas y muchas otras razones que solo están a la espera de apoyos de cualquier tipo y de cualquier dependencia, pero a veces resulta insuficiente, por lo que tienen que salir a trabajar y no les queda de otra que refugiarse en la informalidad, pues ahí donde no se pagan impuestos y pueden llevar un poco de dinero a sus hogares, expresó.
Por último, don Roque explicó que para la mayoría de abuelitos las prioridades de antes eran trabajar y ayudar en sus casas, no estudiar y sacar buenas calificaciones, por lo que si se hiciera una encuesta a la mayoría de personas en edad avanzada, muchos no tienen más que la primaria y con ello se las deben ingeniar para subsistir diariamente, por lo que no les queda de otra que salir a trabajar y extender su permanencia en el mercado laboral informal, concluyó.