Diversos tipos de alteración de conducta son las que presentan este tipo de casos
José Miguel Bautista Hernández
El psicólogo Ignacio Rodríguez Reyes, terapeuta especialista en trastornos de la conducta, mencionó que los abusos y maltratos hacia los infantes se reflejan sobre todo en daños físicos pero sobre todo en el aspecto emocional, así como el daño psicoafectivo, los cuales se ven reflejados en conductas como la alteración del sueño, baja autoconfianza, y un pobre concepto de su persona; otra de las variantes es a nivel escolar, donde su desempeño se ve mermado drásticamente e incluso puede llegar al desinterés sobre la vida, inseguridad, desconfianza para desarrollar habilidades para la vida.
Todo ello, refirió el especialista que con tratamientos son reversibles pudiéndose restaurar a través de terapias psicológicas, tales como el mejoramiento e incremento de autoestima, la seguridad, y la recuperación afectiva de la gente que lo rodea con sesiones alternativas, recreativas, socioculturales, deportivas, habilitando la virtud de la comunicación y la socialización.
“En la vida adulta surgen los problemas psicosociales, físicos y principalmente emocionales en consecuencia de conflictos no resueltos durante la infancia, principalmente violencia y maltrato, estos a futuro traen secuelas porque obviamente cuando un menor es maltratado y no recibe ayuda profesional, en la vida adulta repercute y tiende a mostrar también agresividad, crece con sentimientos y resentimientos, y en la vida adulta tiende a repetir ese patrón de conducta ya sea con personas menores que él u otras personas tienen conflictos para relacionarse, pues muestran impulsividad , agresividad y poca tolerancia”.
Agregó que ahora existen más instituciones que velan por la seguridad de los infantes para su protección, por lo que ahora la mayoría de especialistas lo que proponen para evitar este tipo de maltrato en menor grado hacia los infantes, es que tomen en cuenta otras actividades como método para disuadir los malos comportamientos, explicando, que en años anteriores quizá si pudo haberse dado dicho fenómeno de mayor trascendencia, sin embargo, ahora los padres están teniendo mayor conciencia sobre esta cultura de educación y corrección a los menores.
Una de ellas es que cada vez más se ven mayormente demandados los servicios de especialistas en el área psicológica, otras de ellas estrategias de como no llegar a los golpes a través de los castigos de estímulo, recompensa o restricción, que no es más que privarlo de las actividades que al niño más les gusten limitándole ciertos privilegios que lo hagan recapacitar y modificar su comportamiento, permisos y demás.
Por último, invitó a los padres de familia a que sean más observadores en algunos cambios de conducta de sus hijos, pues la violencia no necesariamente viene de su parte sino podría ser de otros familiares cercanos o de su círculo de amigos como en este caso es el bullying, increpándolos para la consulta y asesoría de especialistas y darles una mejor atención.