- De un total de 6.7 millones de desempleados, la población femenina y la de 15 a 29 años enfrenta escasez de plazas; el panorama para los meses siguientes es complicado, advierte experto
EL UNIVERSAL
En México hay un total de 6.7 millones de personas desocupadas o con disponibilidad de trabajar si tuvieran una oportunidad laboral, entre los cuales destacan las mujeres, así como los jóvenes, de acuerdo con datos del Inegi.
Y es que el número de personas que demandan un empleo en el país es mayor al reconocido regularmente, si se considera a quienes buscaron recientemente una plaza, como a quienes estarían en disposición de trabajar si surgiera una oportunidad, explicaron expertos.
El número de desocupados en junio ascendió a un millón 661 personas que buscaron activamente un empleo, es decir, 2.7% de la Población Económicamente Activa.
Sin embargo, también hay 5 millones 41 mil personas que no buscaron empleo recientemente, pero que están disponibles para trabajar si tuvieran una oportunidad, la parte oculta del desempleo.
En conjunto, desocupados y disponibles sumaron 6 millones 703 mil personas en junio y representan 10% de la Población Económicamente Activa más la Población No Económicamente Activa disponible, cifra que se conoce como la Tasa de Desocupación Ampliada. En opinión de organismos como la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ese dato refleja mejor la problemática del mercado laboral.
“El Inegi presenta datos completos, pero ha habido una tendencia a interpretar que sólo la tasa de desocupación es el desempleo, la cual es una mirada donde quedan fuera personas que no buscaron empleo la semana anterior al levantamiento de la encuesta, pero sí buscaron el mes previo”, aclaró Rogelio Hermosillo, presidente de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
La ventaja de conocer esa tasa es que se complementa con la totalidad de la población que tiene la necesidad de contar con un trabajo remunerado pero que no lo está teniendo, dijo Alex González, investigador y coordinador de datos de México, ¿cómo vamos?
Es importante, porque hay gente en desempleo y que no está siendo reconocida, destacó Hermosillo. Hay que sumar a esas personas porque si no se genera confusión.
Se piensa que hay menos de 3% de desocupación, pero en realidad la tasa es de casi 10%, destacó.
GRUPOS VULNERABLES
En esta situación las mujeres son mayoría, con más de 4 millones, una tasa de desocupación ampliada femenina de 13.8%, muy superior a la de 2.8% reconocida normalmente; los hombres son 2 millones 696 mil, con tasa de 7.1%, por arriba de la reportada de 2.6%.
Hay más dificultad para mujeres de buscar trabajo, aunque lo necesiten y se declaren disponibles, y es parte de la exclusión de género que persiste en el sistema laboral mexicano, afirmó Hermosillo.
La desocupación ampliada es más explícita pues exige atender las fallas estructurales del mercado, como es la baja participación femenina, pues las mujeres no aplican a trabajos por labores de cuidado y del hogar, manifestó González.
En la Población No Económicamente Activa hay además 2 millones 207 mil personas con interés de trabajar, pero en un contexto que les impide hacerlo, como que nadie más en el hogar cuida de niños pequeños, enfermos o ancianos, o porque algún familiar se los prohíbe.
El otro grupo importante del desempleo ampliado es el de los jóvenes de 15 a 29 años, que sumaron 2.8 millones en el primer trimestre de 2025, con 41% del total.
Este problema afecta sobre todo a aquellos sin estudios universitarios, así como por venir de ambientes familiares adversos, hogares en pobreza, con mala nutrición y bajo desempeño educativo, y les genera mayor exclusión, dijo Hermosillo.
PLAN DE SUPERVIVENCIA
Pese al menor dinamismo de la economía, al igual que la tasa de desocupación tradicional, la tasa de desempleo ampliado se ha mantenido en alrededor de 10% en lo que va del año debido al trabajo informal, que se ha vuelto una estrategia para sobrevivir.
Los trabajadores que laboran en la informalidad ascendieron a casi 33 millones de personas, es decir, 54.8% de la Población Económicamente Activa, tasa superior a la de 53.8% de hace un año.
La informalidad se ha convertido en una forma de contener el desempleo formal y una estrategia de supervivencia, comentó Hermosillo. Cerca de la mitad es gente que se autoemplea o trabaja en algún negocio familiar, y la otra parte son empleos precarios, trabajo doméstico, agricultura de subsistencia o formas de labor donde no se reconoce la relación trabajador-empleador.
Para el resto del año, el panorama es adverso, dijo Hermosillo.
“Estamos en un año en el que las perspectivas de crecimiento económico son casi nulas, lo que frena la generación de empleo, y el ambiente de los negocios no es favorable para la inversión por razones externas e internas”, agregó.