25 de Noviembre de 2024
 

Un león agazapado que está por ahí y va a dar el zarpazo

Jorge Parra

Como un monstruo de mil cabezas califica la actual situación de violencia que se vive en el país el obispo de la Diócesis de Papantla, quien habló de la realidad que vive el país y de la postura de la iglesia ante la situación por la que está pasando  México.

A pregunta expresa sobre ¿Cuál es la postura de la iglesia católica ante la situación de Tlayaya en el estado de México y Ayotzinapa en Guerrero que ha desatado una situación mediática de violencia y polémica por los atroces crímenes que en ese par de lugares se han cometido?, el obispo de Papantla José Trinidad Zapata Ortiz respondió: “El crimen se ha enraizado profundamente en la sociedad y esto se destapó cuando comenzó el sexenio de Felipe Calderón, pero no fue una creación espontánea, esto venía de atrás; y nosotros pudimos ver al principio del periodo del licenciado Enrique Peña Nieto, cómo bajó ligeramente el índice de crímenes y ahora estos hechos, nos demuestran que aunque haya bajado el índice no significa que el crimen organizado haya sido derrotado está en nuestra sociedad y es como un león agazapado que está por ahí y va a dar el zarpazo y así está sucediendo”.

 

Añadió: “Ya nosotros los obispos desde hace aproximadamente tres años editamos un documento que se llama ‘En cristo nuestra paz, en México tenga vida digna’ es un análisis de la realidad y por otro lado, tiene cuestiones doctrinales de lo que es la  violencia y unas líneas de acción para coadyuvar con el tema de la inseguridad, pues es multifactorial, porque quiere decir que hay muchas causas muchos factores para que se haya dado la situación de la violencia”.

Dijo que un solo ente no podrá acabar con la violencia “Por tanto si es multifactorial, también se necesita que sean muchas las búsquedas de soluciones para resolver este problema, no basta con una sola voluntad, por ejemplo nosotros quisiéramos que el gobierno nos resuelva el problema de la violencia y la inseguridad y estamos viendo que no se puede”.

El obispo de la arquidiócesis de Papantla señaló además “Por lo cual tenemos que cooperar todos, la familia por ejemplo, es una instancia en donde se debe de trabajar, educando a los hijos, asumiéndolos, tomándolos a su cargo, las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones civiles, las iglesias debemos poner nuestro granito de arena para ser promotores de la justicia y la paz”.

Señaló algunos aspectos de la vida diaria con los cuales se podría luchar en contra de la violencia “Una de las cosas en las que más se debe de ayudar es en la educación, el empleo, la erradicación de la pobreza que está en aumento desafortunadamente, por otro lado se dice que económicamente México está bien, ¿cuál es el problema de México?: que la riqueza la tienen unos cuantos y que no se distribuye, entonces no hay un verdadero desarrollo social, no hay un plan en el que pudiéramos decir que el dinero va llegando al bolsillo de la gente”.

 

Abundó: “Porque si no hay empleo, ni educación y si el dinero falta a las familias, hay algunos que entran al crimen organizado por hambre, porque necesitan algo para comer hay otros son obligados, hay muchas víctimas ahí, incluso los mismos sicarios, son víctimas porque los obligan a andar, es un problema declarado al país, es algo contra lo que todos debemos de luchar, es un monstruo de mil cabezas”.


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