Jesús Contreras
Distintas versiones y ninguna confirmada oficialmente circulan en el municipio de Misantla sobre los hechos violentos del pasado fin de semana, donde un joven misanteco fue ultimado a balazos por policías municipales en un supuesto forcejeo con el ahora occiso que accionó el arma del uniformado provocándose una herida que le causó la muerte.
El joven que perdió la vida respondía al nombre de Leonel Herrera Córdova, de 20 años, empleado, y con domicilio en la calle Rubí de la colonia El Pedregal.
El padre del finado de nombre Isaías Herrera denuncia las irregularidades en la investigación del asesinato de su hijo y señala que su vástago se encontraba en el bar conocido como Noche Mágica con dos amigos, consumiendo bebidas embriagantes, en donde tuvo un altercado con otro individuo con el que se lió a golpes fuera del local, hecho por el cual una joven llamó a la Policía Municipal.
Minutos después llegaron al lugar tres elementos de Seguridad Pública encapuchados quienes retuvieron a Herrera Córdova y a sus acompañantes, donde les pedían 300 pesos para dejarlos ir, por lo que los jóvenes trataron de juntar el dinero exigido por los gendarmes, pero al no reunirlos salieron corriendo, en ese momento uno de los policías accionó su arma de cargo contra la humanidad del joven que cayó al suelo gritando que él no era delincuente y que ya no le dispararan.
Un joven que acompañaba al occiso le dijo a los policías que no tenían motivo alguno para dispararle a su amigo, a lo que los policías respondieron riéndose y le dijeron que él era un “pendejo” y que cómo iba a comprobar quién había disparado si ellos estaban encapuchados.
En ese momento los uniformados se retiraron del lugar dejando al joven llorando con un impacto de bala en la espalda, tiempo después llegó la ambulancia de la Cruz Roja en silencio, con sirena apagada, para recoger al joven herido; acto seguido policías municipales llegaron al lugar con lámparas buscando los casquillos percutidos para eliminar evidencias que los inculparan.
El finado ingresó al Hospital Regional vivo y estable, pero debido a la mala atención y negligencia médica el joven murió debido al impacto de bala que recibió por la espalda.
Ya en el hospital, llegó hasta el nosocomio quien dijo ser el director de la Policía Municipal para ofrecer al padre del joven un convenio a cambio de lo que fuera, para que no procediera contra sus elementos policiacos, a lo que el padre respondió que él iba a proceder legalmente por el homicidio de su hijo.
Una maraña de obstáculos enfrentó el dolido padre al interponer la denuncia en el Ministerio Público, ya que los acompañantes de su hijo durante los violentos hechos llegaron hasta las oficinas de la Agencia Veracruzana de Investigaciones donde los esposaron, retuvieron y procesaran por estar implicados en los hechos, según los policías ministeriales; en esta misma oficina le dijeron al padre del finado que los elementos de la Policía Municipal probablemente saldrán libres en unas cuantas horas, aun cuando un policía dio positivo en la prueba de rodizonato de sodio que confirma que el uniformado disparó su arma de cargo.
Estas y otras irregularidades denunció el señor Isaías Herrera al enfrentarse a servidores públicos encargados de defender los derechos de los ciudadanos y hacer cumplir la ley, que más que eso al parecer encubren el vil asesinato de su primogénito, cobijados por la corrupción y la impunidad.