Jorge Parra
Después de una intensa lucha entre dirigentes cafetaleros, la entrega del apoyo emergente comenzó con mes y medio de atraso en Misantla, largas son las filas de productores que cada mañana se instalan en la entrada de la sucursal bancaria Bancomer y dan vuelta hasta casi llegar a la entrada del banco siguiente.
Al escuchar las palabras apoyo emergente, uno puede pensar que mínimo los productores están recibiendo alrededor de mil pesos o más, e incluso se puede escuchar como entre conocidos se hacen bromas y no falta el grito “ahora sí te vas a rayar compadre”.
Pero solo ellos, los productores, que vienen desde Díaz Mirón, Paso Blanco, Gutiérrez Nájera, solo ellos saben cuánto les cuesta este apoyo, y es que si bien algunos recibirán más de mil pesos, muchos otros, apenas alcanzarán 300 o 500 pesos, sin importar el monto, igual tienen que esperar por horas bajo el sol o el frío pues el dinero a nadie le sobra.
Esta situación nos la cuenta el señor Hugo López Mendoza, originario de la congregación Díaz Mirón, quien asegura que se encuentra agradecido con el apoyo y reconoce la gestión del senador José Yunes Zorrilla, sin embargo se dice molesto con el actuar de las dependencias estatales las cuales han hecho llegar el apoyo a cuentagotas.
“En primer lugar este apoyo sí nos sirve como no, es un dinerito y a quien le dan pan que llore, tiene un año que el señor Senador José Yunes Zorrilla, gestionó, yo no tengo nada qué decir en contra de él, mucho hizo, desgraciadamente las dependencias tardan mucho tiempo para darnos un apoyo de hambre, yo voy a recibir mil 220 pesos, mi señora 500 pesos, hay personas que van a recibir 300 pesos, en vueltas, en papelería, en pasajes en comida, ya se lo terminaron”.
Abundó: “ahora son colonononas que van desde aquí de Bancomer hasta Banamex, hay personas que por la necesidad se han venido caminando porque si no, no tienen para el pasaje y tienen que plantarse en la puerta de Bancomer desde la madrugada y si no, no alcanzan, ya después de las ocho de la mañana es mejor no vengan, porque no alcanzan a ser atendidos”.
Con los problemas de plagas que han azotado a la sierra de Misantla, los productores como don Hugo se sienten abandonados por el gobierno, principalmente por aquellos representantes a quienes les dieron su voto, para llegar a un puesto de elección popular y que no han regresado a cumplir sus promesas.
“Se aprovechan de nuestra ignorancia”, dice y la molestia se escucha en su voz, y continúa: “pero qué pasa cuando viene un candidato, dicen que si los apoyamos nos van a apoyar a nosotros, pero una vez que llegan al poder se olvidan, yo le digo esto, porque ahora que tenemos el problema de la roya del café ¿quién ha ido, que brigada tenemos? Es para que el gobierno ya estuviera aplicando un programa, o ya nos hubieran enviado una brigada de técnicos con bombas aspersoras, que nos den un producto que es caro para combatir este problema; la cosecha va a ser muy raquítica este año, porque las fincas están quedando con puras varañas, ¿dónde está la ayuda de los representantes? que le echen ganas, nos están dejando morir, la crisis está muy crítica”.
A raíz de las desilusiones, don Hugo nos cuenta que dejó de creer en los partidos políticos y hoy se dice un hombre neutral, asegura que ahora como muchos otros, le da su voto de confianza a la persona y no a las siglas que los abanderan, y es que la situación en la que permanece el campo misanteco asegura le duele.
“Yo era un priísta de aquellos, pero ahora soy neutral, me duele ver a los productores de café porque yo también soy productor”.
El panorama para don Hugo López igual que para muchos otros campesinos, es de incertidumbre, pero también de esperanza, por lo menos así lo deja ver en la última frase.
“La gente humilde de campo, la sierra de Misantla y no sé qué vamos a hacer… esperamos que ojalá cambien las cosas”.