Jorge Parra
Misantla, Ver.- En medio de una amena charla, el docente que llevó a los jóvenes del Tecnológico de Misantla a ganar un premio en Brasil por el desarrollo de un colorímetro, nos explica de qué se trata el invento, cómo trabajaron para lograrlo y qué es lo que le espera a él y a su equipo de pupilos.
Arturo Cabrera Hernández con un grado de doctor en ciencias en la materia de bioquímica, con postdoctorado en inmunología, y diplomado en Harvard sobre energías renovables, describió parte del trabajo que realizaron para obtener este premio.
La participación de un equipo del Tecnológico de Misantla, que fue al concurso Expo Brasil 2016 en la ciudad de Fortaleza “fue el diseño de un fotocolorímetro didáctico, este es el objetivo, al paso del tiempo el proyecto evolucionó y de un modelo de aula de clases se participó en una competencia estatal en la ciudad de Xalapa, y más tarde en el evento nacional en la ciudad de Tampico en diciembre de 2015, donde obtuvimos el pase a Brasil”.
A pregunta expresa sobre qué cosa es y para qué sirve un colorímetro, la fuente dijo “Cuando la luz incide sobre un cuerpo que permite el paso de la luz, cierta cantidad de luz pasa pero cierta cantidad se queda impregnada en ese cuerpo, de esa luz que incide entonces deducimos que cierto porcentaje se traspasa y otro más se incide en el cuerpo que impregna, el colorímetro sirve para saber qué cantidades se quedan y qué cantidades traspasan el cuerpo al que se le aplica la luz, cuantificar la relación que existe entre la luz que pasa y la luz que incide”.
Puntualizó “un colorímetro tiene una finalidad, ya que hay una relación directa entre la concentración y la absorción de la luz sobre un cuerpo”.
Dijo que para la vida diaria este instrumento sirve para la “determinación de glucosa, determinación de macromoléculas, proteínas, ácidos, pigmentos de colorantes, determinación de compuestos no coloridos, es un equipo muy utilizado en el laboratorio pero son muy caros y la tecnología la tienen dominada las grandes empresas y esto hace que ni siquiera las escuelas tengan uno; con los componentes de código libre y el avance de la tecnología, permiten el poder hacerlo uno mismo de forma manual, basta con tener claro los principios de funcionamiento y echarlo a andar y eso es lo que hicimos y por eso ganamos el concurso en Brasil”, finalizó.