Jorge Parra
Misantla, Ver.- Pasando el mensaje a los más jóvenes, así es como celebraron los grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) de Misantla, los 81 años de la creación de este programa que surgió en Estados Unidos en 1935, mismo que para muchos de sus miembros simplemente salvó sus vidas.
Las escuelas secundarias, primarias y bachilleratos de la ciudad, tuvieron la visita de los alcohólicos, y en algunos casos los alumnos se trasladaron hasta los grupos para escuchar cómo comparten sus experiencias los miembros de dicha asociación.
Ya sea por imitación, por buscar aceptación, por curiosidad, la historia en los grupos de AA siempre es la misma, “solo cambian los personajes”, le dice uno de los miembros a los jóvenes que están de visita en el grupo Linda Vista, muchos alumnos lo oyen pero no lo entienden, pero algunos otros lo observan y lo escuchan atentos, se voltean a ver entre ellos con miradas de complicidad y alguno más se sonrojan. Héctor, les cuenta cómo fue su primer borrachera con aguardiente, que estaba en la secundaria igual que ellos, y que su mamá lo tundió a golpes una vez que se le “bajó el cuete”, los muchachos ríen e intercambian miradas y comentarios.
Conforme Héctor avanza en su historia, llama la atención su expresión al hablar del alcohol, se dirige a él con respeto, “el señor alcohol” lo llama, y les cuenta cómo siendo joven, dejó la escuela a causa de su alcoholismo, cómo con el tiempo conoció la drogas, y cómo empezó a robar hasta que cayó en la cárcel, cómo después de cada borrachera salía apenado a la calle, pues no recordaba lo que había hecho y temía que alguien le reclamara, pues pese a no recordar nada, las marcas en su cuerpo de golpes dejaban constancia de que algo había pasado.
Héctor les habla de cómo llegó a sufrir delirios de persecución, “me asomaba por debajo de la puerta o salía corriendo porque yo veía gente que me quería matar y me venía persiguiendo y corría como loco, pero no había nada “el señor alcohol” me estaba volviendo loco”.
Cuando Héctor llegó a este punto de la historia, los alumnos ya no murmuraban, lo miraban fijamente, al final de su experiencia compartida, Héctor de manera muy breve les dijo cómo al llegar a AA, lo recibieron con un aplauso, cómo lo abrazaron y le dieron la bienvenida, “nadie me juzgó, aquí encontré el apoyo que yo necesitaba”, les dice.
Después de esta historia los muchachos regresaron a su escuela, algunos salieron pensativos y otros al cruzar la puerta parecían haberlo olvidado todo.
Los miembros del grupo de AA de la colonia Linda Vista, comentan que en Misantla son ya 40 las agrupaciones que se han formado y que noche a noche sesionan con el único fin de ayudar a las personas que viven la enfermedad del alcoholismo o que padecen alguna adicción, comentan también que esta jornada que emprendieron los grupos con las escuelas de nivel básico se debe a que hoy la carrera de un alcohólico inicia a los 13 años y Misantla no es la excepción, pues cada vez son más los jóvenes de entre 17 y 20 años que llegan a un grupo de AA con severos problemas de alcoholismo.
