Jorge Parra
Misantla, Ver.- Una opción de ecoturismo familiar para este periodo vacacional es sin duda el centro tortuguero Marcelino Yépez, en la comunidad del Raudal, perteneciente al municipio de Nautla, aproximadamente a una hora de camino ya sea por las vías Misantla-El Diamanate, o Misantla-Coapeche.
Y es que durante el mes de julio inició la temporada de ovopositación de las tortugas marinas adultas en la zona. Y diariamente cientos de tortugas recién nacidas son liberadas al mar por los voluntarios que desde hace más de 10 años, se han dado a la tarea de proteger a este quelonio que se encuentra en peligro de extinción.
Basta con ponerse en contacto con el personal del centro, que sin más costo que una despensa y una cooperación voluntaria, que son usadas para dar de comer a quienes dedican su tiempo a proteger a las 4 especies de tortuga que llegan a estas costas y comprar combustible para las cuatrimotos que son usadas para vigilar la playa y trasladar los huevos a zonas seguras, los visitantes pueden tener acceso a esta área natural protegida y vivir la experiencia de liberar a una tortuga recién nacida en el mar para preservar la especie, actividad que es una experiencia única para chicos y grandes.
Esto lo pudieron comprobar los alumnos y padres de familia del primero A de la escuela Flavia Torre, quienes el pasado fin de semana, acudieron al lugar para recibir una interesante charla y liberar a los pequeños quelonios. Los niños no pudieron esconder su asombro, desde el momento en que vieron a las crías, que cuando fueron puestas en la arena y emprendieron su carrera desenfrenada hacia el mar, arrancando a cada paso gritos de emoción y aliento de los niños misantecos.
El Campamento Tortuguero protege una extensa franja de playa, donde apenas la semana pasada ya habían salido a anidar más de 200 tortugas, quienes prefieren las noches de luna para salir del mar y comenzar a cavar sus nidos donde cada hembra adulta depositará de 150 a 200 huevos.
Sin embargo, las estadísticas no son alentadoras para el quelonio, pues de cada mil crías de tortuga que logran llegar al mar, solo una logrará llegar a la vida adulta, para regresar a la playa donde nació y volver a depositar sus huevos iniciando así su ciclo de reproducción.
A decir del encargado del centro, en la actualidad el principal depredador que ha puesto en peligro a las 5 especies de tortugas marinas que existen en el mundo, es el ser humano, pues estos indefensos animales, son cazados por su carne, sus huevos y sus caparazones, estos últimos para ser usados como adornos o trofeos, aunado a la severa contaminación del mar, los golpes de las embarcaciones, y la destrucción de las playas.
Si bien entre semana las playas del centro tortuguero permanecen cerradas al público, los viernes, sábado y domingo a partir de las 5 de la tarde, el centro abre la puerta y entonces el personal da atención a los turistas, a quienes trata de concientizar no solo sobre la protección de las tortugas marinas, sino sobre el impacto que nuestras acciones diarias tienen en el ambiente, convirtiéndose así en una esperanza para esta y otras especies.