21 de Agosto de 2025
 

Rastros clandestinos, un secreto a voces

* Verificadores sanitarios vienen dos veces al año

Misantla, Ver.- Desde hace más de ocho años, la Jurisdicción de Martínez de la Torre, retiró de Misantla a los verificadores sanitarios que se encargaban de revisar periódicamente las carnicerías en la ciudad, ahora los verificadores vienen a Misantla dos o tres veces al año, de esto dan fe los tablajeros del mercado municipal.

Raúl Velazco López, locatario del mercado Antonio M. Quirasco con 25 años en el oficio de ser carnicero, asegura que los verificadores ocasionalmente vienen, “si los manda la Jurisdicción Sanitaria de Martínez de la Torre, vienen dos o tres veces por año, por aquí pasan”, comenta.

Para Raúl Velazco, mantenerse dentro de la normatividad es importante, y muestra cómo la carne de su negocio lleva los sellos, del rastro municipal estampados en la piel.

“En el rastro hay un médico cuando llevamos el cerdo, lo dejan 12 horas en observación, yo sacrifico en el rastro municipal, porque tengo un empleado de fijo que me trae la carne y por eso no uso de la ganadera dice, pero los dos (rastros) están bien”.

El entrevistado menciona que en sus esporádicas visitas, los verificadores les hacen algunas recomendaciones, como el sacrificar los animales en el rastro municipal,  sin embargo entre los tablajeros como entre la ciudadanía, los rastros clandestinos y las matanzas a tras patio, son un secreto a voces y de algunos rastros clandestinos tiene conocimiento la Dirección de Comercio.

Lo anterior fue confirmado en una entrevista por Leticia Vázquez, directora de Comercio y responsable del rastro municipal, quien señala que entre los rastros clandestinos, el rastro de la ganadera local y el incremento en el precio del puerco, el rastro municipal pasa por una de sus más difíciles etapas.

“Ahorita tenemos conocimiento de cuatro rastros clandestinos grandes, aquí hay muchos (carniceros) que no llevan sus animales al rastro, pero revisar eso le corresponde al Sector Salud, no a mí”, dijo.

Por su parte, el Sector Salud asegura que mientras no haya denuncias escritas por parte de los vecinos, ellos no pueden actuar contra los rastros clandestinos, y las matanzas tras patio, de esta forma mientras las autoridades y de salud fijan sus posturas en cuanto a esta problemática, aquellos vendedores de carne que sacrifican grandes cantidades de animales diarios prefieren pagar a una persona un día de trabajo, que pagar 50 o 60 pesos porque en los rastros aprobados de la ciudad les sacrifiquen a sus animales.

Raúl, de quien en este momento omitiremos sus apellidos, se dedica a matar cerdos tras patio, y asegura que esta es una práctica habitual, “aquí muchos matan a tras patio, sobre todo los que venden mucho y algunos llevan dos o tres puercos al rastro para “para taparle el ojo al macho” y los demás los matan en su casa”.

Según Raúl, el nacatero, matar tras patio es más barato para quienes venden grandes cantidades de cerdo, “imagínate si en el rastro o en la ganadera te cobran 50 o 60 pesos por animal, pues mejor le pagas a alguien el día de trabajo, 150 0 200 pesos el día, cuánto no te ahorras al mes”.

Y abunda, “y esos no pierden, si un puerco se les ahoga, lo destazan y lo venden, yo los he visto, a mí me han llamado para hacer eso y ya voy lo destazo lo echo a la camioneta y órale a venderse”, finaliza.

Así diariamente en Misantla, los ciudadanos salen a realizar sus compras, sin tener la certeza de qué tipo de carne están consumiendo, mientras tanto el Sector Salud sigue esperando las denuncias por escrito por parte de ciudadanos para actuar en contra de los rastros clandestinos que ponen en riesgo la salud de los ciudadanos, pues no cuentan con las normas de salud.


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