Aline García Díaz
En punto de las 12:00 horas de este martes, en el convento de San José de esta ciudad o mejor conocido como el convento de las madres adoratrices, se llevó a cabo la celebración especial de la madre María Elena de la Cruz Cabrera, quien realizó sus bodas de oro, 50 años de perpetua en el convento de las madres adoratrices.
La misa fue realizada por monseñor Lorenzo Cárdenas Aregullín, quien estuvo acompañado por sacerdotes de la región, así como las hermanas de la misma orden y ciudadanos misantecos que acudieron para festejar a la madre Elena.
Después de la eucaristía, la madre Elena dijo sentirse contenta, alegre por su vida en consagración en su comunidad, “yo inicié en la capilla de Guadalupe, ahí nací y ahí me bauticé, soy de Guadalajara, 1960 o el 61 fue cuando empecé mi profesión perpetua, yo llego aquí en el año de 1971, cuando estaban iniciando las construcciones apenas”.
La hermana María Elena, ha tenido experiencia religiosa con menores y jóvenes, en las últimas fechas de la dedicación en su evangelización, se ha estado dedicando a la catequesis, de esta forma es que se inclina por pedir, comentaba, en sus oraciones para que la niñez y juventud no sigan un mal camino, al mismo tiempo dice que los jóvenes como decía Juan Pablo II, no deben tener miedo a la santidad, “Cuando uno es joven siempre busca uno la libertad, no nos gusta que nos guíen, y entonces ellos, si no les dicen sus padres y si no hay quien les diga algo, ellos siguen el camino más fácil”, concluyó.
Cabe mencionar que durante los festejos participó el ballet folklórico Nimbe, quienes deleitaron a los asistentes con sus danzas y bailes tradicionales.