24 de Noviembre de 2024
 

Violento intento de desalojo en La Palma

Se desató la violencia en el lugar

 

Jorge Parra

 

Cerca de las seis en punto de la mañana de ayer las piezas del rompecabezas denominado desalojo La Palma, se comenzaron a reunir en el Juzgado Segundo Civil de esta ciudad, en donde se preparaban y pasaban listas a las partes para llevar a cabo el quinto intento de desalojo del mencionado lugar.

En total 109 elementos de la Policía Estatal arribaron a Misantla desde una noche antes y tuvieron tomada por cerca 12 horas las calles del centro de la ciudad, lo cual causó alarma entre los vecinos del primer cuadro, sin embargo con el amanecer la movilización se comenzó a dar.

 

A las siete de la mañana en punto, los elementos de la fuerza pública se encaminaron hacia La Palma para llevar a cabo el desalojo. Por su parte los actores del desalojo, también tomaron camino, llevando con ellos camiones, trascabos, cargadores y todo lo necesario para realizar el desalojo.

Alrededor de las ocho horas se dio el primer contacto entre quienes pretendían desalojar y quienes intentaban en ese momento no ser lanzados, los actuarios del juzgado civil, luego de un mandato de amparo se disponían dar cumplimiento a la orden judicial apoyados como ya se mencionó por la fuerza pública.

Sin embargo luego de agotar el diálogo y de que los vecinos de La Palma, por medio de uno de ellos, argumentaran a los actuarios que contaban con una Suspensión Provisional de amparo  contra los actos de autoridad en este caso el desalojo, pese a ello y a la luz de los documentos que le mostraron a los actuarios del Juzgado Civil, estos comenzaron a leerlos y dieron cuenta de que el Juez Federal solamente concedería la suspensión en caso de que los promovientes de amparo depositaran una fianza de diez mil pesos, cosa que no había sucedido, pero además esa suspensión solicitada amparaba para los efectos del pasado 29 de abril (fecha del pasado intento de desalojo), por lo que no había condiciones legales para frenar el desalojo.

Aunque también se le argumentó a los actuarios que la fianza iba a ser depositada de inmediato, a la conclusión del término dado para la ejecución del desalojo que era ayer a las siete de la mañana, no había condiciones para que este se frenara, por lo que se dio la orden a los policías de que avanzaran a desalojar a la gente y de esa forma se llevara a cabo el lanzamiento.

Cerca de las 08:30 horas comenzaban lo jaloneos, los golpes, los gritos y el llanto, el caos y la escena de violencia se generó en un abrir y cerrar de ojos, a la par que un abanico de uniformados se abrió a todo lo ancho de la carretera y comenzaron a replegar a la gente.

Cabe hacer mención que la primer línea de defensa de los vecinos de La Palma irresponsablemente eran niños y mujeres, los caballeros, los varones y los de pantalón largo y sombrero se quedaron atrás viendo solamente cómo las amas de casa se abalanzaban contra los uniformados y cómo los niños se espantaban al ver la escena de violencia, al no ser por algunos hombres la primera línea estaba formada casi en su totalidad  por mujeres e infantes.

Solo cuestión de minutos la escena se volvió hostil y los golpes y jaloneos se desbordaban por todos lados cuando los policías comenzaron a avanzar e intentar entrar y los pobladores les impedían el acceso hacia La Palma.

Luego de que por algunos minutos se diera la batalla, el segundo paso era hacerle un daño severo a la población, sin embargo los actuarios, policías y actores del desalojo optaron por frenar la situación y retirarse del lugar, dando vuelta a las patrullas para retirarse cabiendo de esta forma la prudencia en los uniformados.

Cabe hacer mención que habían sido detenidos un par de personas, dos varones que se habían abalanzado contra los uniformados, pero que en el mismo momento de la retirada, fueron liberados por los guardianes del orden.

 

De esta forma, el desalojo de nueva cuenta no se llevó a cabo, los pobladores quedaron en medio de la zozobra ante lo que fue más allá de un simple intento de echarlos. Será el juez quien de nueva cuenta dicte la fecha en que deberán de ser desalojados y ahora las condiciones serán más severas.


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