Los danzantes fueron acogidos por familias altruistas
Jorge Parra
Misantla, Ver.- Desde la Costa Chica de Guerrero, llegó a Misantla el grupo de Danza Folklórica “Yolmasehuayolt” que en náhuatl significa “danzante joven” que se encuentra de gira por el estado de Veracruz, Yucatán y Quintana Roo, y aunque su estancia en esta ciudad fue corta, la falta de apoyo de las autoridades privó a los misantecos de su presentación.
El ballet que vino a realizar un intercambio cultural no encontró más escenario para presentarse que el de la Escuela Secundaria Técnica Industrial No. 62, donde fue recibido por el personal de la institución y los alumnos que en este momento se encuentran tomando un curso introductorio a los conocimientos básicos de la secundaria quienes disfrutaron de la presentación de los jóvenes danzantes.
Mostrando parte de su riqueza cultural, los guerrerenses demostraron cómo se viven las bodas en la Costa Chica en medio de una danza donde se ejemplifica la algarabía y la participación del pueblo en estos eventos que se convierten en verdaderas fiestas donde todos se regocijan con la felicidad de los novios.
Después de su presentación y a nombre de la comunidad escolar el director del plantel hizo entrega de un sencillo reconocimiento para los bailarines a quienes agradeció por esta muestra de talento, pero sobre todo por llevar parte de la cultura guerrerense a otras zonas del país.
El reconocimiento fue recibido por el profesor Andrés Gallardo Moreno, director fundador de dicho grupo folklórico, este ballet está conformado por 45 integrantes todos originarios de Tierra Colorada, Guerrero, del municipio Juan R. Escudero y que hoy parten para seguir con su intensa gira.
Esta fue la única presentación que tuvo el ballet en Misantla, pues bajo el argumento de falta de recursos por parte de la administración actual, los bailarines no pudieron presentarse en el teatro del pueblo.
Durante su estancia en Misantla, los jóvenes fueron atendidos por los alumnos del ballet Mazathecutli que dirige el profesor José León Nabor Córdoba y su esposa la profesora Dulce Arriaga, quienes junto con sus alumnos dieron hospedaje y alimentación a los bailarines demostrando la hospitalidad de los misantecos.