La actual presenta grietas en su estructura
Jorge Parra
Cincuenta y cuatro escalones se tienen que andar para llegar desde la parte baja de la torre y subir hasta donde se encuentra instalada la campana que por años ha llamado a misa a los misantecos, pero que hoy después de una fisura en su estructura ha dejado de sonar de manera fuerte y clara, representando un problema para quienes tienen el hábito de acudir al templo al escuchar el tono del mencionado aparato.
Aunque en la torre de la Iglesia de Santa María de la Asunción hay tres campanas pequeñas, dos medianas y la principal y más grande es esta última la que a simple vista presenta cuarteaduras en su circunferencia y que por tal motivo ha dejado de sonar, como se recuerda desde antaño, que no solamente se escuchaba en la ciudad, si no que en “din don” llegaba hasta algunas rancherías cercanas a la ciudad como Espaldilla, El Pozón, Buenos Aires y otras más.
Son en total 120 mil pesos los que hacen falta para que la campana sea bajada de la torre, se construya un nuevo horno para fundir la campana descompuesta, crear un nuevo molde para una nueva y de esa forma construir al instrumento.
Respecto al tema José María Cruz Hernández “El Padre Chema” como se le conoce al párroco de Misantla comentó: “Tenemos varias actividades en la parroquia y salimos de una y entramos a otra, ya están tomándose cartas en ese asunto, inclusive esperamos que al final de este año o el otro año que viene ya se pueda hacer una actividad para recabar fondos, porque desgraciadamente todo esto es dinero y la verdad no contamos con él”.
Añadió: “Tampoco contamos con bienhechores, con gente bondadosa, con empresarios que digan padre nosotros lo hacemos, Misantla no cuenta con esa gente, contamos con gente muy humilde y muy unida y trabajadora, pero no tenemos la capacidad de sacar adelante el proyecto esos gastos son elevados y aunque hacemos actividades para recaudar fondos, para la campana representa una gran cantidad de dinero”.
Además comentó: “El Padre Chema” “120 mil pesos costaría una nueva campaña, ya hablamos con el personal que se dedica a esto y se quiere venir a hacer aquí la campana y para eso se tiene que hacer un molde especial y un horno especial, es toda una fiesta y una romería de gente, bajar la campana y la gente que venga a depositar ahí algunos objetos de oro para fundir la campana y serán los primeros los medios de comunicación para enterarse y que le den a conocer a la población cómo, cuándo y dónde se llevaría a cabo el trámite de la nueva campana”.
Ya sea para misas de domingo, jueves del Santísimo, bautizos, confirmaciones, comuniones, bodas, o incluso misas de difunto y cuerpo presente, semana santa, todos santos o cualquier celebración católica en la ciudad, la campana representa no solo un instrumento de uso diario, sino un ícono de la fe y el culto de la gran mayoría de los misantecos.
Por último la fuente informativa sostuvo: “hay un grupo parroquial, el grupo de Dinámica Matrimonial interesado en hacer eventos que se van a programar para recaudar, no todo pero si una gran cantidad, se realizó una rifa de donde se obtuvieron recursos y le realizamos una composturas a la iglesia y nos ayudamos con lo de la limosna y ahí vamos haciendo algunas cosas, pero lo de la campana está en trámite es algo muy caro y de mucho trabajo por realizar”.