Estudiantes del Tebaev de Almanza se quejan de un cobrador que las hostiga
Estudiante del Tebaev de Almanza evidenció el acoso sexual sufrido por un cobrador de la línea Autobuses Rápidos de la Sierra de Atzalan (ARSA), señalando que no es la única con esta problemática, pero que sin embargo aunque existen más testimonios de varias compañeras, muchas veces por la lejanía de las comunidades tienen miedo de denunciar y ser objeto de represalias por parte de éste, exhibiendo que aún nos falta mucho como sociedad y gobierno, sobre todo en la construcción de entornos libres de violencia contra las mujeres.
La joven estudiante (cuyo nombre se omite por seguridad) fue víctima de acoso sexual al llamarla por un cariñoso apodo sin dar pie a este tipo de confianza y frotar sus partes nobles cuando el autobús se encuentra lleno al regresar con decenas de estudiantes de esta comunidad hacia la zona baja de Atzalan, cuestión que ha sido observada y comentada no solo por ella sinopor varias chicas en general.
Además de ello, cada vez que se suben a este camión son víctimas de miradas lascivas y lujuriosas por parte del sujeto, sin embargo, no sabe a qué instancia acudir, pues ella tiene que tomar todos los días este tipo de autobuses, pues recordemos el deficiente sistema de transporte público que impera en todo el municipio de Atzalan.
Además de confiarnos su testimonio, nos comentó que la nota iba dirigida a las autoridades viales o municipales para que pusieran énfasis en prevenir este tipo de vejaciones por parte de sujetos como éste, sino evitar poner en riesgo a todas las chicas que acuden a los centros escolares, ya que pueden verse en peligro de ser víctimas de acoso o peor aún de una violación, porque no se tienen las medidas de seguridad adecuadas ni el tipo de cultura o respeto que se le debe a las damas.
Aunque esto no es para nada algo nuevo dentro de los autobuses urbanos o servicios de transporte público, solo queda evidenciado la falta de preparación de las autoridades ante los casos de violencia contra las mujeres, cuya expresión es una clara muestra de una cultura misógina y machista, la cual debe sancionarse, y arrancar del entorno social, quedando el llamado a la autoridad competente para que tomen cartas en el asunto.
Con este testimonio y otros casos debemos enfatizar que el acoso sexual, no es algo normal, es tan solo un botón de muestra, de la violencia que viven las mujeres por su condición de género, aunado a ella la poca cultura de la denuncia, ya sea por la falta de pruebas o tan solo porque una cultura misógina, lo considera como algo cotidiano.
