30 años de atraso en esta materia reflejan el déficit de soporte ante emergencias
José Miguel Bautista Hernández
No es exclusivo de nuestro municipio, sino más bien de todo el país que la falta de cultura en el aseguramiento es algo latente, así lo expresó Víctor Hugo Palafox Huerta, agente de seguros AXXA, quien aseguró que se vive un retraso de aproximadamente 30 años en esta asignatura, por lo que las familias están vulnerables ante eventuales emergencias, sobre todo en temporada vacacional y/o dentro de la misma cotidianidad.
Con el objetivo de aumentar dicha cultura, se recomienda analizar las distintas formas de contar con la protección necesaria ante posibles imprevistos en vacaciones de Semana Santa, decembrinas, entre otras.
Ejemplificó que en otros países es obligatorio el uso de los mismos, pues esto se hace con el fin de prevenir siniestros o percances que afecten a terceros, asegurando que en el reglamento de Tránsito existe esta norma, sin embargo, las autoridades se muestran complacientes al respecto.
Explicó que muchas veces las personas esperan hasta haber sufrido algún percance para comprar un seguro sea de autos, de vida o de ahorro, siendo el principal objetivo de ellos prever situaciones futuras.
Hizo mención que lo vital es no solo la cotización sino el asesoramiento de los agentes para saber realmente qué necesitas en cuestión de protección a un vehículo, bienes materiales o la vida misma, e incluso en algunos estados esta medida es incluso ya obligatoria, por lo que en breve nuestra entidad podría obedecer a esta norma que es muy necesaria.
Aun cuando estableció que hablando de este tipo de servicios los precios y cotizaciones varían, la gente cree muy improbable que algo les suceda en determinado tiempo, asegurando que los beneficios reales son que las compañías están obligadas a entregar a los beneficiarios, una suma asegurada en caso de pérdida humana, pérdida de extremidades y demás.
En este sentido, concluyó que este tipo de legislación lejos de perjudicar a los usuarios beneficiaría a los mismos, ya que esto vendría a poner más competitivos los precios de los seguros, pues obligaría a las aseguradoras a buscar estrategias de competición, haciendo extensa la invitación hacia la cultura vial y de la prevención, sin pensar en que nunca pasará nada, al contrario, pensar en las personas que dependen de nuestro trabajo, esfuerzo y tiempo como lo son nuestras familias.