-Dicen pequeños comerciantes del mercado municipal
Por Brenda Pérez Aguilar
Constantina Aparicio, es una señora de la tercera edad que vende verduras en los pasillos del mercado municipal “Rosendo Topete Ibáñez”, quien al igual que ciento de personas, debe de salir a trabajar todos los días a temprana hora, a fin de llevar un ingreso económico a su hogar para poder comer.
Sin embargo, esta comerciante, es parte del grupo población con más riesgo de contraer el COVID-19, quien remarcó que hasta el momento no ha recibido ninguna indicación directa para quedarse en casa, por lo que seguirá instalando su puesto y vendiendo sus productos de forma normal.
“Seguiré viniendo a Martínez de la Torre, mientras no me impidan colocarme a vender mi verdura o bien cierren la terminal de autobuses, lo cual esperamos que no pase, porque los que vamos al día, tenemos que trabajar para comer, porque no hay de otra”, añadió.
La originaria del estado de Puebla, en donde ya se confirmaron 10 casos de COVID-19, sostiene que de su trabajo dependen ocho personas, entre ellas una hija que es madre soltera, un hijo que aún estudia y sus dos hijos que producen la verdura que viene a vender a Martínez de la Torre.
La comerciante, es optimista y considera que esta enfermedad no “pegará” fuerte en esta zona, porque la alimentación es rica en verduras frescas, pero sobre todo de buena calidad.