Por Brenda Pérez Aguilar
El alto costo de los libros y la falta de promoción de la lectura; son dos de los principales problemas que, en vez de acercar a un lector al libro, lo alejan, considera el escritor xalapeño, Luis G. Mendoza.
Sobre todo, recalcó, si se quiere adquirir un libro importado, ya sea que se compre en Amazon, Mercado libre o a través de una librería.
Y es que dijo, hay editoriales como Ciruela, Anagrama, Siglo XXI y otras que son inalcanzables, con precios que van desde los 300, 500 o 600 pesos; claro, con autores que en otras editoriales no se consiguen.
“Pero libros nuevos, reediciones o autores ya consagrados son vendidos a un precio alto, inclusive en el mercado de la piratería son libros caros, aunque su calidad sea mínima y se distingue por el color de las hojas y fácilmente éstas se desprenden”, citó.
Remarcó que el olor a nuevo, sin duda no la genera un libro de uso, pero hoy en día en medio de la pandemia del Covid-19, no queda más que volver a leer un libro viejo o empezar con uno que se tenga guardado y que nunca abrieron por la falta de tiempo.
“La batalla campal que el libro ha tenido sin duda demuestra que se tiene vigencia en la lectura. Lastimosamente nuestro país tiene un promedio de medio libro por año, basando esta estadística en el número de habitantes y por la cantidad de libros que estos leen”, añadió.
Y aunque se diga que los mexicanos no leen, la realidad es otra. Basta acercarse a un parque, a una cafetería o incluso una librería, escenarios concretos donde un lector se dirige para tener otro espacio.