13 de Julio de 2025
 

Fariseos, judas y pintos de Semana Santa

 

 

 

  • En ciudades, comunidades y pueblos la Semana Santa se toma muy en serio con ritos llenos de color y simbolismos.

 

 

JOSÉ OMAR MORENO GARCÍA/EL UNIVERSAL

CIUDAD DE MÉXICO.- En un país principalmente católico, la Semana Mayor es una de las épocas más significativas y esperadas en el año, sobre todo para quienes practican el turismo religioso.

Desde las altas montañas boscosas de Hidalgo hasta las profundas barrancas de la Sierra Tarahumara, hay cinco comunidades que llevan a cabo algunos de los ritos más singulares en el país.

 

LLUVIA DE PÉTALOS EN HIDALGO

 

En el Corredor de la Montaña del estado de Hidalgo, el pintoresco pueblo mágico de Mineral del Chico ocupa la parroquia de la Purísima Concepción como escenario de la Lluvia de Pétalos.

Según una leyenda, hace más de 150 años, el hijo de un ingeniero minero enfermó gravemente. Desesperado, el padre acudió a la parroquia para rogarle a la Virgen que intercediera por el joven. A cambio, prometió que volvería cada año para llenar el templo con miles y miles de pétalos de rosas, a manera de agradecimiento.

El milagro sucedió, y el ingeniero cumplió lo prometido. Ahora, esta tradición persiste desde entonces en este pueblo de vocación minera.

Cada Domingo de Resurrección, cerca de 35 floricultores suben a los estrechos pasillos superiores del interior y exterior de la parroquia —un edificio neoclásico de 1725—, con costales cargados de pétalos de rosas blancas, rojas y rosas. Después de la misa de mediodía se dejan caer desde lo alto, creando un espectáculo muy colorido y emotivo.

Durante tu visita al pueblo mágico camina por las calles del centro y descubre sus tiendas de artesanías de madera y barro, además de sus restaurantes tradicionales, como El Secreto del Socavón o Las Tachuelas (nombre de la bebida tradicional de Mineral del Chico).

Muy cerca, hay tres antiguas minas que puedes visitar: San Cayetano, San Antonio y Guadalupe.

No dejes de recorrer el Parque Nacional El Chico. A media hora en auto de la plaza principal, está el mirador de Peña del Cuervo; de noche, cruza los puentes colgantes iluminados y, durante el día, date vuelo en la vía ferrata: un sendero en las alturas con puentes colgantes, grapas, peldaños, saltos en cuerda sobre las paredes de roca de la peña La Tanda). Ambas atracciones están en el Parque de Aventura Extrema HGO Adventures.

 

QUEMA DE JUDAS EN SAN MIGUEL DE ALLENDE

 

La Ciudad Patrimonio de la Humanidad es un destino que no pasa de moda, gracias a la belleza de sus edificios coloniales muy bien conservados, su ambiente bohemio, con extraordinarios restaurantes y hoteles pequeños con encanto.

En Semana Santa, la quema de Judas se ha convertido en un gran atractivo turístico.

A mediodía del Domingo de Resurrección, repican las campanas de la Parroquia de San Miguel Arcángel para indicar la vuelta a la vida de Jesucristo. Mientras tanto, frente al Jardín Allende y al antiguo Palacio Municipal, artesanos locales cuelgan figuras de papel maché y cartonería que representan a Judas Iscariote. En su interior se coloca pólvora para quemarlos, con la intención de purificar el espíritu y como señal de la culminación de la Semana Santa.

Tradicionalmente estas artesanías toman la figura del traidor más famoso de todos los tiempos, aunque también es muy común ver algunas con formas de diablo o personajes non gratos de la sociedad sanmiguelense y mexicana.

¿Te gustan las actividades de naturaleza? Aprovecha tu estancia en San Miguel para una escapada extrema al Parque de Aventura San Miguel, con tirolesas y puentes colgantes sobre un cañón natural. También visita la zona arqueológica Cañada de la Virgen, un importante centro astronómico con más de mil años de antigüedad; y el asombroso Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, Patrimonio de la Humanidad y templo barroco del siglo XVIII con bellos murales en techos y muros.

Hay varios sitios para sumergirte en aguas termales, como Escondido Place y La Gruta Spa.

Para disfrutar de los grandes vinos de Guanajuato, hay varios viñedos que ofrecen experiencias a los visitantes, incluso hoteles boutique. Para tener en la mira: Viñedos San Lucas, Dos Búhos, Tres Raíces y Cuna de Tierra.

 

FARISEOS Y SOLDADOS EN LA SIERRA TARAHUMARA

 

Entre barrancas y profundos cañones de la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, habitan pequeñas comunidades rarámuris que, por su ubicación remota, aún siguen conservando rituales y tradiciones que se apegan más al paganismo.

Durante la época colonial, misioneros jesuitas se encargaron de evangelizar la región, provocando el nacimiento de un sincretismo que hasta el día de hoy se palpa en Semana Santa: Comonorirawachi, traducido como "cuando caminamos en círculo".

Durante estos días, los indígenas de comunidades como Norogachi (cerca del pueblo mágico de Guachochi) y San Ignacio de Arareco (cerca del pueblo mágico de Creel), llevan a cabo danzas y ceremonias en las que dan vueltas en círculo, al ritmo de violines y tambores. Van ataviados con tocados de plumas y banderas que, muchas veces, muestran imágenes de santos o vírgenes.

Según sus creencias, durante esta temporada el demonio obliga a Dios y a su esposa -el Sol y la Luna- a beber tesgüino (bebida alcohólica de maíz fermentado) en altísimas cantidades, por lo que el orden del universo está en peligro y los únicos que pueden protegerlos son los rarámuris.

Tanto el jueves como el viernes santo, los pueblos celebran la danza de los pintos: los hombres decoran sus cuerpos con manchas blancas, resultado de la mezcla de cal y agua. El ritual se divide en dos "bandos": los fariseos (aliados del diablo) y los soldados (cuidadores de Dios). Con el estómago vacío y con tesgüino como único "combustible", bailan por largos periodos de tiempo simbolizando la lucha entre el bien y el mal.

La Sierra Tarahumara es tierra de joyas naturales. En Creel, está el Lago de Arareco y los valles de las Ranas, de los Monjes y de los Hongos, llamados así por sus increíbles formaciones rocosas. En Guachochi, visita la Cascada El Salto, el Cañón del Jaguar con varios miradores o la Barranca La Sinforosa, de casi dos mil metros de profundidad. Creel, además, es una estación del Chepe Express.

 

TENDIDO DE CRISTOS EN JALISCO

 

En un inmenso y fértil valle, cerca del lago de Chapala y aproximadamente a una hora y media en auto desde Guadalajara, se encuentra la pequeña localidad de San Martín de Hidalgo. Cada Viernes Santo se lleva a cabo el "Tendido de Cristos", una tradición única que representa el velatorio de Jesús.

Consiste en elaborados y simbólicos altares: la imagen recostada de Cristo en el centro, un petate debajo y, alrededor, elementos con mucho significado: ramas y hojas de laureles, sauces y sabinos que simbolizan el Huerto de los Olivos; pequeñas macetas con semillas de maíz o chía sembradas 15 días antes para atraer las buenas cosechas; una paloma habanera que simboliza el Espíritu Santo; una imagen de la Virgen de Dolores; tres cruces de madera (por Jesús, Dimas y Gestas), así como naranjas agrias con clavos de olor incrustados, haciendo referencia a la amargura por la muerte del hijo de Dios. A la par, se disponen de 33 veladoras, representando los años vividos de Jesús; 12 velas, una por cada apóstol; y cinco cirios, por cada herida que sufrió en su martirio.

Cada casa abre sus puertas a partir de las tres de la tarde del viernes y hasta la mañana del sábado para todos aquellos que acudan a orar. Es común que los anfitriones repartan comida típica de la región como calabaza cocida, aguas frescas, pinole y los tradicionales tamales de cuala, una especie de batido de maíz.

En la zona, uno de los máximos atractivos es la Sierra de Quila, una pequeña cadena montañosa con bellos parajes compuestos por helechos arbóreos, manantiales, cascadas y miradores como el de Piedras Blancas, ideal para practicar senderismo.

A menos de una hora en auto, está la laguna de Atotonilco, un humedal y santuario de aves como el pato canela, la espátula rosada y el pelícano blanco americano. En este cuerpo de agua se ofrecen paseos en kayak.

 

"MIÉRCOLES DE TINIEBLAS" EN SINALOA

 

Las fértiles tierras del sur de Sonora y el norte de Sinaloa han sido habitadas históricamente por el pueblo yoreme, también conocido como mayo. En un caso similar a los rarámuris, esta etnia también celebra Semana Santa con rituales sincréticos, como el ‘Miércoles de Tinieblas’.

Este es el momento en que Jesús fue traicionado por Judas, y los soldados judíos comienzan a buscarlo. Cada Miércoles Santo, grupos de fariseos vestidos con pantalón y camisas blancas, con tiras de cascabeles en las pantorrillas, chicotes, sonajas y máscaras de madera con pelos de chivo, entran a los templos (llamados centros ceremoniales) en busca de Jesús o itom atchai (nuestro padre), y celebran un largo rezo que inicia por la tarde y termina a la medianoche.

Mientras el sol va ocultándose, conforme avanzan las oraciones, las velas al interior de las iglesias se van apagando hasta quedar en tinieblas, simbolizando el aprisionamiento de Cristo.

Por la madrugada, los fariseos se hincan y quitan las máscaras para ser "azotados" por las autoridades comunitarias, quienes también se castigan con lazos de cuero. Finalmente, durante el Sábado Santo se queman las máscaras artesanales para "destruir" la maldad de los fariseos.

En el pueblo mágico de El Fuerte conoce el Cerro de la Máscara, sitio arqueológico con más de 300 petrograbados; el Museo Fuerte-Mirador, en una fortaleza del siglo XVII; y el Parque Recreativo La Galera, con tirolesa y puente colgante.


Lo último en el Heraldo

Banner - Ola de calor 2025