Iris Román
Tuxpan, Ver. — Lo que antes parecía un hecho aislado, hoy se ha convertido en un serio problema ambiental y de salud pública en las playas de Tuxpan. En zonas como Playa Barra Norte y Playa San Antonio, han sido cada vez más frecuentes los hallazgos de animales muertos, restos orgánicos y objetos utilizados en rituales vinculados a la santería y otras prácticas esotéricas. Conejos, gallinas, palomas e incluso patos han sido encontrados sin vida y en avanzado estado de descomposición, provocando molestia entre turistas, habitantes y prestadores de servicios turísticos.
Aunque en algunos de estos rituales se han encontrado únicamente frutas, flores o veladoras, en la mayoría de los casos se han localizado restos de animales sacrificados. Estos residuos permanecen expuestos al sol y a la intemperie, generando malos olores, contaminación visual y posibles focos de infección, además de representar una clara violación a las leyes de protección animal y medio ambiente.
La Coordinación de Playas de Tuxpan ha iniciado una campaña de documentación de estos hechos, recolectando testimonios en video y fotografía, así como elaborando reportes dirigidos a las autoridades ambientales. También se ha dado parte al Instituto Nacional de Migración (INM), ya que algunos de los implicados, según informes oficiales, son personas extranjeras, en su mayoría de nacionalidad cubana, quienes se han establecido en el municipio y realizan estos rituales casi a diario.
Vecinos y visitantes han expresado su creciente inconformidad, señalando que este tipo de actividades no solo afectan la imagen de Tuxpan como destino turístico, sino que representan un atentado contra el bienestar animal y un grave problema de contaminación en los espacios naturales. La situación ha encendido las alarmas entre colectivos ambientalistas, defensores de los animales y líderes locales, quienes exigen a las autoridades una intervención firme y eficaz para frenar estas prácticas.
Hasta el momento, se han reportado algunas detenciones y se trabaja en la identificación plena de los responsables, con el objetivo de que enfrenten cargos por maltrato animal y daño ambiental. Las autoridades locales, en coordinación con instancias federales, buscan aplicar sanciones ejemplares y, en los casos pertinentes, proceder con la deportación de quienes se encuentren en situación migratoria irregular y estén incurriendo en estas conductas.
Mientras tanto, se hace un llamado a la ciudadanía para reportar de inmediato cualquier actividad sospechosa en las playas, así como a mantener el respeto por los espacios públicos y la vida animal.