Álvaro Guerrero
A pesar de que desde el 2009 se dio a conocer que en el cauce del río Bobos-Nautla, se pretenden instalar al menos 24 hidroeléctricas, que afectan todo el ecosistema natural que acompaña el cauce de este río, “hasta el momento se han podido clausurar por lo menos seis hidroeléctricas, actualmente se sigue con la lucha para cerrar dos más”, declaró el presidente de la Alianza por la Defensa de los Derechos Humanos y del Ambiente en la Cuenca del río Bobos y lugares vecinos, René Belin Capitaine.
Las dos hidroeléctricas que se pretenden instalar serían en el municipio de Jalacingo, lo cual causaría una enorme escasez de agua en los municipios de Martínez de la Torre, San Rafael y Nautla, ya que dejarían poca agua para los municipios.
Las empresas que pretenden construir las hidroeléctricas sólo buscan su propio beneficio comentó, “en realidad no nos traen ningún beneficio, excepto para la empresa privada, la que está pretendiendo realizar, realmente el fondo de todo esto no es la generación de energía lo que se persigue, sino el control sobre el derecho del agua”.
Manifestó que con la construcción de una hidroeléctrica causarían daños entre los cuales están la pérdida de especies acuáticas, la desaparición de lugares naturales, como la poca llegada de agua a las casas de los habitantes, entre otros.
Declaró que los últimos estudios realizados sobre el cauce del río no dan para generar la hidroeléctrica, debido que el agua que circula es cada vez más menor de lo que se necesita para llevar a cabo la obra, causando además una pérdida enorme de especies acuáticas y vegetación en la región.
Señaló que al instalarse la hidroeléctrica en el cauce del río lo dejaría totalmente seco, ya que actualmente la profundidad que presenta el río Bobos en la parte baja del puente I en Martínez de la Torre es por lo menos de un metro de profundidad, y al instalarse lo dejaría en un total de diez centímetros.
Detalló que a las hidroeléctricas nos les alcanzaría el agua que baja por este río, ya que los niveles que se han presentado del agua en los últimos años son bajos, causando que las turbinas ni siquiera fueran movidas por la poca fuerza del agua.
Afirmó que las empresas solo toman datos hidroeléctricos del año 1995 y no actuales para verificar la factibilidad de construir la hidroeléctrica, de igual manera declaró que también las empresas se basan en un río cercano y no al que se prevé que construirán.
Subrayó que al estar instalada la hidroeléctrica en la parte alta del río, solamente existirán dos meses para tener la misma fuerza del agua como se tiene actualmente mientras que los demás serían de total sequedad.
Puntualizó que también sería un golpe enorme al sistema pecuario, pues en ocasiones las empresas hidroeléctricas no dejan pescar a quienes viven de este sistema, afectándolos económicamente, así como al turismo que aún asiste a este lugar.