* Se dan pláticas a las personas para no dañar el sitio recientemente descubierto en Sonzapotes
Facundo Bartolo Salazar
Se trabajará conjuntamente con autoridades locales para preservar vestigios arqueológicos descubiertos en la comunidad Sonzapotes, del municipio de San Rafael, de tal manera que se han tenido reuniones con el agente municipal del lugar, de nombre Atanacio Díaz, quien sigue muy de cerca el proceso con la finalidad de que no sufran ningún daño las estructuras que recién se están ubicando en terrenos particulares, informó Carlos Alberto Fernández Callejas, cronista de San Rafael.
Destacó que “el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya tiene conocimiento del sitio, ya acudió personal a tomar fotos y registros, estando ya reportado, pero es necesario educar a la población para que proteja, preserve y cuide de las personas que quieran conocer y visitar el lugar”. Indicó que de momento no hay un acceso directo al sitio, pues si quieren visitarlo deben acudir a la autoridad local para que puedan ser guiados, porque quienes no conocen no sabrán realmente cómo llegar.
Comentó que es importante tener como referencia a Sonzapotes en relación a otro de los sitios arqueológicos más importantes en el municipio de San Rafael, tomando en consideración que el sitio más importante y que ya se ha estado trabajando es el de El Pital. Dijo que ese punto tiene años de haber sido reportado, siendo visitado de manera responsable por las veredas ya marcadas, considerando el lugar por las personas como de esparcimiento.
Fernández Callejas relató que hace dos semanas fueron notificados por las autoridades locales de Sonzapotes acerca del hallazgo de unas inscripciones en las piedras, por lo que acudió a la comunidad, acompañado por el director de Educación y Cultura, y posteriormente por personal del INAH, constatando que efectivamente, se trata de petroglifos, que son inscripciones en piedra.
Explicó que ya en el año 2000 había realizado un recorrido por esa zona, investigando Sonzapotes, siendo guiado por un comisariado ejidal al sitio, en el marco de una investigación para escribir la historia de la mencionada comunidad. Comentó que al acudir a lo que se había dicho eran elevaciones poco comunes, diferentes a los cerros, se descubrió una gran plaza ceremonial rodeada de montículos, visualizando también inscripciones en rocas.
Dijo haber asentado esa información en sus notas de investigación y posteriormente habló con personas de la comunidad de la importancia de cuidar esos vestigios arqueológicos y resguardarlos, especialmente porque la gente tiene la idea equivocada de que en ese tipo de lugares hay tesoros, lo cual no corresponde a ese caso.
Añadió que de forma fortuita, los pobladores han encontrado cerámica y puntas, las cuales conservan en sus casas, lo cual es permitido por la ley. Dijo que los vestigios se localizan en una propiedad privada, y no hay riesgo de que resulten dañados por las labores diarias en cultivos que hay alrededor. Comentó que al ser partes muy elevadas, los campesinos no pueden sembrar en esos puntos, y además están conscientes de que deben cuidar que no sean dañadas esas estructuras.
