Álvaro Guerrero
San Rafael, Ver.- Al darse a conocer que la empresa Citrofrut solo sufrió una multa por haber provocado el ecocidio en la cuenca baja del río Bobos el pasado mes de abril, los ambientalistas y pescadores no se encuentran contentos con dicha acción que hicieron las dependencias, pues el presidente de la asociación civil Pescadores Protectores del Medio Ambiente, Rubén Cortés Cortés dejó en claro que lo que se necesita es la clausura definitiva de dicha juguera, ya que la multa no sirve para nada, ni siquiera para que dejen de contaminar el manto acuífero.
Argumentó “¡Que se clausuren realmente! Sabemos de antemano que son fuentes de trabajo y todo ese tipo de cosas, pero que se clausuren hasta que hagan y cumplan con todos los requisitos que marca la ley, para que todos los parámetros sean adecuadamente a lo que se tiene que hacer”.
Manifestó que se requiere una amplia investigación del lugar donde contamina la empresa Citrofrut y que no solamente lo hagan cuando ocurre cada vez un ecocidio, ya que la ciudadanía se encuentra alarmada y preocupada de que no hagan algo serio las dependencias gubernamentales contra dicha industria juguera.
Enfatizó “las empresas asentadas aquí, como Citrofrut, Citrex, la papelera de San Isidro, el rastro Carlos Irene y El Cortijo se les ha sancionado y parece ser que no han puesto un empeño en tratar de sacar adelante este problema, al contrario. Yo siento que estén sancionando y están pagando las contaminaciones por adelantado y eso no puede hacer así… la verdad”.
Detalló que cada sanción que se le hace a alguna industria de la zona, el dinero ni siquiera es utilizado para obras en esta zona; los habitantes se molestan más porque el dinero se les queda a las dependencias y no son utilizadas en beneficio de los habitantes que seguirán siendo los más afectados.
Indicó que las empresas jugueras se comprometieron a darle a los habitantes de la zona una despensa por el daño que han estado ocasionando, refiriendo que no están dispuestos a recibir migajas, puesto que al ser aceptadas estarían siendo cómplices de la industria extractora de naranja que seguirá provocando ecocidios a la hora que quieran.
Precisó que las empresas jugueras han mencionado en varias ocasiones a los habitantes que han estado apoyando a las escuelas, mejorando la infraestructura del lugar, lo cual ha sido todo lo contrario, ya que jamás han donado algo para estas en gratificación por haber contaminado el río, además de que con eso no compensan el daño ambiental que generan.