Álvaro Guerrero
San Rafael, Ver.- Al encontrarse en el punto de la extinción la producción vainillera en la región, Miguel Ángel Acosta, productor de la vaina aromática comentó que es necesario que el Gobierno Federal empiece a crear programas para el rescate de la vainilla, entregándole a los productores plantas del aromático para que estos puedan producirla en sus huertas, y principalmente en la zona de San Rafael, donde la tierra es fértil para producir la vainilla de mejor calidad.
“Hay que fomentar la siembra de la vainilla, hay que dar plantas a la gente para que siembre vainilla, desgraciadamente hay un grupo que si ha recibido apoyos, pero hay gente que los recibe pero son gente que no les interesa producir la vainilla”.
Lamentó que haya personas que han recibido dinero para mejorar la producción de vainilla o seguir manteniendo con vida el aromático, sin embargo, al no tener una supervisión por parte de las dependencias, los vainilleros que reciben el recurso económico prefieren invertirlo en otras producciones que al final de cuentas no les va a redituar.
En algunos casos, los vainilleros recibieron herramienta para seguir produciendo, pero estos al no querer contribuir en la construcción prefirieron dejar en el abandono el material que les fue proporcionado, por lo que se encuentran molestos aquellos productores que no recibieron tal apoyo, ya que si tenían el optimismo de seguir produciendo el aromático.
Actualmente los apoyos que necesitan los productores de vainilla son para la floración y la producción, “lo que requerimos ahorita es para la siembra, porque se está acabando la vainilla, si el gobierno no le da apoyo a la vainilla se va a acabar, en este año tristemente no hay cuatro toneladas en Veracruz de vainilla seca”.
Para el siguiente año, los productores que aún mantengan la producción del aromático tendrán buenos recursos económicos tras la venta de la cosecha que realicen, ya que prevén que la vaina la estén adquiriendo en 500 pesos verde, mientras la seca estaría cotizándose alrededor de 5 mil pesos el kilogramo, todo debido a la ausencia de la producción.
