15 de Diciembre de 2024
 

Miles visitan Naolinco para la “Cantada” a los fieles difuntos

 

JUAN DAVID CASTILLA

XALAPA

 

Miles de familias visitaron el pueblo de Naolinco, ubicado en la región capital de Veracruz, para la tradicional “Cantada” durante esta festividad del Día de Muertos.

La noche del martes 1 de noviembre, se registró una gran afluencia turística en este municipio, ubicado a 31 kilómetros de la ciudad de Xalapa, cuya carretera lucía abarrotada en ambas direcciones.

A partir de las 8:00 de la noche, la gente recorrió los altares de las casas del pueblo, iniciando en la Capilla del Descanso del panteón municipal, donde cantaron para festejar a sus fieles difuntos.

Niñas, niños, adolescentes, madres y padres de familia, así como adultos mayores entonaron su voz en cada una de las viviendas que son abiertas al público para esta importante tradición.

“Salgan, salgan, salgan ánimas de pena que el rosario santo rompa sus cadenas”, se escuchaba, tanto en el cementerio como en los hogares naolinqueños, donde además se regalaron tamales, vino, pan de muerto y dulces tradicionales a los visitantes.

En esta ocasión, se revivieron las tradiciones prehispánicas con la instalación de un escenario que representa el Mictlán, frente al Palacio Municipal de Naolinco.

Además, las calles fueron adornadas con catrinas y catrines, entre murales que corresponden a la tradición, donde los turistas se tomaron fotografías.

Los cantos a los fieles difuntos se combinaron con el aroma a flor de cempasúchil e incienso entre la exposición de coloridos altares, en bajos del Palacio Municipal.

En la zona del parque Miguel Hidalgo se observó una gran actividad comercial que contribuye a la reactivación económica de Naolinco, tras dos años de pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19).

Se comercializaron tamales rancheros o de salsa roja con carne de cerdo, champurrado, pan de muerto, dulces tradicionales, tacos y demás platillos que la gente puede degustar durante su visita.

Naolinco además es ampliamente conocido debido a que el 80% de la población se dedica a la fabricación de calzado de piel, cuyos negocios son adornados con figuras del Día de Muertos y Todos Santos.

Incluso, algunas familias acudieron a la casa donde nació el Beato Ángel Darío Acosta Zurita, un mártir que fue asesinado el 25 de julio de 1931 en la parroquia de La Asunción, del puerto de Veracruz.

 

AUMENTAN 40% VENTAS DE ARTESANOS POR DÍA DE MUERTOS

Artesanos del municipio de Naolinco registraron un repunte en ventas del 40% durante las festividades del Día de Muertos.

El zapatero Javier Ismael Hernández Rivera recordó que los comerciantes formales se organizaron y adornaron con luces las calles Rafael Lucio y Nicolás Bravo para atraer más turistas.

“Han repuntado un poco las ventas, nos hemos organizado como comerciantes y como siempre la calle Rafael Lucio y esta calle (Nicolás Bravo), hemos cooperado para atraer más turismo, tuvimos un éxito total con las luces”, expresó.

Los vendedores formales esperan una mayor derrama económica durante este 2 de noviembre y el fin de semana. También celebró que se haya logrado el 100% de ocupación hotelera.

“Esperamos un 100% de repunte en ventas, cerrar el año con el 100% de ventas. Todavía tenemos el comercio familiar, los niños y mamás se dedican a la elaboración de calzado”, mencionó Hernández Rivera.

Durante estas fechas, las actividades culturales y artísticas han contribuido a la reactivación económica tras dos años de pandemia por SARS-CoV-2 (COVID-19) y de pérdidas significativas.

“Hace dos años por la pandemia no tuvimos nada de afluencia. La venta pasó de un 40 por ciento al 80 por ciento y en ocupación hotelera tenemos el 100 por ciento”, insistió.

El entrevistado señaló que hubo una importante promoción turística de las tradiciones de Naolinco por parte de autoridades municipales y estatales.

“Está el programa Orgullo Veracruzano que lo viene manejando el secretario de gobierno, Eric Cisneros”, enfatizó.

La familia de Javier Ismael se dedica a la elaboración de calzado de piel desde hace más de 50 años en Naolinco, un pueblo donde el 80% de las personas viven de la fabricación de dichas piezas.