Juan Carlos Jiménez B.
Tlapacoyan, Ver.- Tras la llegada del mes de decembrino se da el uso de pirotecnia desde el inicio de las peregrinaciones hasta los festejos navideños y de fin de año, el uso de este material es utilizado ya como una tradición muy arraigada.
A pesar de ello, hay seres vivos que se ven afectados por esta situación, Marisol Hernández, activista señalo que desafortunadamente el impacto devastador que los fuegos artificiales tienen en las criaturas no humanas.
Desde perros hasta aves, la explosión de colores en el cielo desata una tormenta de miedo, nervosismo y ansiedad entre los animales, afectando su bienestar psicológico y físico.
La preocupación principal radica en el hecho de que, mientras los humanos se deleitan con los destellos y estruendos, las mascotas experimentan niveles extremos de estrés.
Los ruidos ensordecedores de los fuegos artificiales son particularmente angustiantes para los animales, cuyos oídos sensibles captan sonidos a una frecuencia hasta cinco veces mayor que la capacidad auditiva humana.
Este estrés no solo afecta a perros y gatos, sino también a animales silvestres, quienes se ven expuestos a un entorno ensordecedor y desconcertante, ante esta situación solo exhorta a la sociedad a replantearse el uso de pirotecnia, sino que también ofrecen soluciones prácticas para mitigar el sufrimiento animal.
Recomendado medidas como aislar a las mascotas en un entorno tranquilo durante los eventos pirotécnicos, proporcionándoles refugio y confort, por lo que esta precaución adquiere especial relevancia en comunidades donde la pirotecnia es una parte integral de las celebraciones, instando a los dueños de mascotas a asumir una responsabilidad activa en la protección del bienestar animal.
En última instancia, el llamado de los defensores de los animales no busca erradicar la tradición festiva, sino más bien fomentar una celebración consciente y compasiva.
